XXXI Marcha a Rota

lunes, 19 de marzo de 2012

DECENAS DE MILES DE COMUNISTAS TOMARON LA BASTILLA



LUNES, 19 DE MARZO DE 2012

"¡Resistencia, resistencia!", gritaban los militantes del Frente de Izquierda que acudieron a tomar –metafóricamente– la Bastilla, convocados por Jean-Luc Mélenchon. Candidato a la Presidencia de la República en las próximas elecciones de abril-mayo, con un 11% de intención de voto según el último sondeo de Ifop y subiendo, este eurodiputado y ex ministro socialista de Formación Profesional en el gobierno Mitterrand-Jospin de 2000 a 2002, se ha convertido, a los 61 años, en el político que mejor encarna los valores de la izquierda, dura y sin concesiones, dentro del agitado panorama político galo. Por eso quizá, a pesar de la lluvia intermitente, decenas de miles de simpatizantes (120.000, según la organización) realizaron ayer a su lado el recorrido que va de la Plaza de la Nación a la de la Bastilla para conmemorar el aniversario del levantamiento de la Comuna de París en 1871. A cinco semanas exactas de los comicios presidenciales, el acto tuvo más de mitin electoral que de acontecimiento historicista.

"Mélenchon es la esperanza de la verdadera izquierda", proclamada entusiasmado el sindicalista de CGT Pascal Petitpierre. Y la artesana Louise Gayerie añadía: “¿Votar a Hollande en le primer turno? Es imposible hacerlo por alguien que va a la City de Londres a decir que no es peligroso. ¡Nosotros sí que somos peligrosos y queremos ir a por las grandes fortunas!".

En el trayecto hasta llegar a esa Plaza de Bastilla donde hace siglos estuvo radicada la siniestra fortaleza-prisión de la monarquía absolutista de Luis XVI y que hoy sirve como punto de reunión para las concentraciones de la izquierda –desde la celebración de la victoria de Mitterrand en 1981 hasta las últimas quedadas de los indignados–, se mezclaban las banderas rojas con pancartas que rezaban 'Viva la Sexta República'. Esa Sexta República "social, laica y ecológica" es uno de los puntos fuertes del programa electoral del FI, que propone una refundación del estado, limitando los poderes ejecutivos del presidente, recuperando el protagonismo de la Asamblea Nacional y el Senado y prestando un interés prioritario a las iniciativas ciudadanas.

Para Mélenchon, el próximo 22 de abril, fecha de la primera cita con las urnas, debería marcar el comienzo de una "insurrección cívica necesaria para el pueblo". Según un reciente estudio de opinión, dos tercios de sus conciudadanos piensan que el candidato revelación de este sufragio "desea realmente cambiar las cosas", pero un 53% lo considera “algo sectario". Para el ex presidente del ultranacionalista Frente Nacional, Jean-Marie le Pen, Mélenchon es “el único que atrona desde la izquierda, ahora que François Hollande [el aspirante del partido Socialista] se ha vuelto socialdemócrata". Mientras que para la dirigente ecologista Cécile Duflot (EELV), el eurodiputado "hace política con retrovisor: la Bastilla, la Comuna, todo muy nostálgico".

"Vencer a la derecha y cambiar la izquierda para cambiar nuestras vidas", rezaba un cartel colocado en la rue du Faubourg Saint-Antoine. Por el momento, Mélenchon puede estar orgulloso de que Sarkozy haya adoptado, quizá sin saberlo, una de sus ideas de campaña: hacer pagar impuestos a los exiliados fiscales si quieren conservar la nacionalidad. Del mismo modo, critica a Hollande por su proyecto de instaurar un IRPF al 75% para aquellos que ganan más de un millón de euros anuales. Él pondría el listón en 360.000 euros. Pero su mayor enemiga es,claro, Marine Le Pen, a quien define como "semi-demente" y con quien no ha querido medirse en un debate televisivo en France 2.
AFP

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