Narciso Isa Conde con guerrilleros de la FARC en un campamento colombiano en el año 2006.Declaraciones de Narciso Isa Conde. (Dirigente de la izquierda de la República Dominicana)
El régimen genocida de Álvaro Uribe Vélez instruyó a su embajador en la OEA(Organización de Estados Américanos) para presentar un informe mentiroso contra Venezuela, en el que se me acusa de integrarme a campamentos guerrilleros de las FARC en territorio venezolano y también de ser parte de esa organización insurgente, con la cual he tenido relaciones políticas abiertas desde hace más de 40 años.
Las fotos presentadas como pruebas es algo que en periodismo se llama "refrito" o "información trasnochada"
Ellas fueron tomadas en el 2006 en territorio colombiano, en ocasión de mi visita política a uno de los frentes guerrilleros de las FARC, invitado para hacerme varias entrevistas sobtre el proceso latinoamericano-caribeño y para intercambiar puntos de vista con los comandantes Iván Márquez y Jesús Santrich, y fui yo quien las di a conocer en mi país y en el exterior.
Mucho antes, a raiz de los dialógos de paz con el gobierno de Pastrana, me entrevisté con los fallecidos comandantes Raúl Reyes y Manuel Marulanda, y más tarde Raúl Reyes visitó nuestro país.
Nunca he estado con la FARC-EP en territorio venezolano, ya que sus campamentos están en Colombia. Y los he visitado con los riesgos de lugar y la vestimenta adecuada a las díficiles circunstancias en que me ha tocado hacerlo.
He viajado muchas veces, aunque hace varios meses que no lo hago, a Venezuela para participar en diversas actividades públicas, todas ellas previamente difundidas y convocadas. De ello siempre he informado al pais a tráves de los medios de comunicación y del programa Tiro al Blanco.
Soy coordinador de la Presidencia Colectiva del Movimiento Continental Bolivariano (MCB) y lo fuí de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB) que le precedió. En ambos espacios la FARC y otras organizaciones insurgentes han participado junto a múltiples movimientos y partidos revolucionarios.
Nunca he ocultado mis relaciones políticas con diversas organizaciones revolucionarias, armadas o no armadas, a lo largo de toda mi trayectoria. Ese es un derecho que me asiste y que ha sido ejercido también por inumerables dirigentes comunistas, socialistas y revolucionarios de mi país y de todo el mundo.
Desde la revolución de abril de 1965 en mi país no he participado, por razones conocidas, en ninguna otra lucha armada, sea guerrillera o insurecional. Pero si lo hiciera no tendría porque negarlo o ocultarlo, sino que me sentiría orgulloso de ese rol siempre que responda a los intereses de los pueblos oprimidos, empobrecidos y reprimidos.
El conflicto armado en Colombia dura ya 60 años y tiene profundas raices sociales, por lo que jamás me prestaré a estigmatizar, calumniar, excluir o discriminar a quienes han tomado las armas contra un Estado terrorista y opresor, enfretados ahora a la creciente intervención de los EE.UU en ese país.
No tengo nada que ocultar.
Si debo decir que todo esto es una patraña del gobierno de Uribe y de su sucesor Juan Manuel Santos, quien desde el ministerio de las fuerzas armadas ya me hizo acusaciones similares, ambos instrumentos de guerra del Pentágono; patraña evidentemente dirigida a propiciar la agresión militar estadounidense contra el procesor liberador venezolano, a desestibilizar al gobierno de Chávez y facilitar el plan gringo de conquista militar de la Amazonía.
De paso persigue criminizar a los revolucionarios del continente que no aceptamos su chantaje y denunciamos su genocidio.
En mi caso es claro que procuran justificar el plan criminal colombo-estadounidense ya denunciado. Esto es una clara señal de reactivación, lo que denuncio ante el país y el mundo.
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