Sábado, 07 de Enero de 2012
(Una crónica de Manlio Dinucci).-.
Ayer, el presidente Obama, en presencia del Secretario de Defensa, Leon Panetta, ha presentado la nueva estartegia que adelgazará los gastos militares, de modo que se reducirán 45.000.000.000 de dólares en diez años. El mensaje propagandístico está claro: en tiempos de crisis, hasta las fuerzas armadas deben apretarse el cinturón. ¿Se va a desarmar el Pentágono? En absoluto: racionaliza la utilización de los recursos para hacer todavía más eficaz su maquinaria de guerra.
El gasto de defensa estadounidense, que casi se ha doblado en el último decenio, supone el 43 % del gasto militar mundial. Pero si se le agregan otros gastos de carácter militar, no incluidos, sobrepasaría el 50 % del gasto militar mundial.
Para 2012, el Pentágono recibirá 553.000.000.000 de dólares, 23.000.000.000 más que en 2010. A ellos se agregan 118.000.000.000 para la guerra en Afganistán y para las "actividades de transición en Iraq", y 17.000.000.000 para las armas nucleares que gestiona el Departamento de Energía. Hay que incluir otros gastos de carácter militar, entre los cuales hay 124.000.000.000 para militares retirados y 47.000.000.000 para el Departamento de Seguridad de la Patria. En total, el gasto militar estadounidense sobrepasa los 900.000.000.000 de dólares, alrededor de la cuarta parte del presupuesto federal.
Es sobre estas cantidades sobre las que se anuncia el recorte de 45.000.000.000 de dólares en el próximo decenio. Se reducirán las fuerzas terrestres de 570.000 a 520.000 efectivos. Esta reducción se posiciona tras la nueva estrategia probada en la guerra contra Libia. Es la nueva manera de hacer la guerra, que ha mostrado cómo potencias medianas pueden ser batidas y sus líderes derrocados, utilizando la aplastante superioridad aérea y naval USA/OTAN haciendo recaer la carga más pesada sobre los aliados.
Los fondos necesarios para las guerras -caso de Libia- son autorizados por el Congreso una vez tras otra, agregándolos al presupuesto del Pentágono.
Panetta ha subrayado que las fuerzas estadounidenses se volverán más ágiles, más flexibles y prestar a ser desplegadas rápidamente. De este modo, los EEUU estarán en condiciones de afrontar y de vencer simultáneamente a más de un adversario. Los EEUU adquirirán nuevas capacidades militares centrándose en los sistemas de armas, alta tecnología y control del espacio. La nueva estrategia prevé una utilización cada vez mayor de los servicios secretos y fuerzas especiales.
Cuando fue director de la CIA, Panetta aceleró la transformación de la Agencia en una verdadera organización militar. Ha utilizado de manera creciente drones armados en los ataques en Afganistán y constituido bases secretas para las operaciones de comandos en Yemen y en otros numerosos paises. Las fuerzas para operaciones especiales están hoy desplegadas en 75 países y están cada vez más flanquedas de mercenarios de compañías privadas que actúan en la sombra. La guerra es así dirigida con formas menos visibles, pero no menos costosas. El presupuesto de los servicios secretos está en efecto "clasificado", es decir, secreto. Nadie puede saber exactamente a cuánto asciende realmente el gasto militar estadounidense.
En la nueva estrategia deberán estar en condiciones de asumir y vencer en un conflicto de grandes proporciones, conservando simultáneamente la capacidad de bloquear a otro adversario mayor en otra región y conducir otras operaciones de "contraterrorismo y de imposición de una «no-fly-zone». Para esto tendrán necesidad de sistemas de armas más avanzadas, como los cazas F-35, que con algunos ajustes reforzarán el liderazgo estadounidense sobre sus aliados. Tendrán al mismo tiempo necesidad de fuerzas nucleares siempre dispuestas para el ataque. Con este fin, anuncia el Pentágono: "La administración modernizará el arsenal nuclear y el complejo que lo sostiene". El gasto será ciertamente enorme.
Todo esto no es una ralentización en la carera armamentística, sino un preludio de una nueva escalada de la guerra, que ahora consume 3.000.000 de dólares por minuto.
Panetta ha anunciado que la nueva estrategia tiene como centro focal el Medio Oriente y la región Asia/Pacífico, haciendo comprender que EEUU miran hacia Siria e Irán y consideerando opositores a China y Rusia. La nueva estrategia tiene como objetivo sostener el liderazgo mundial de EEUU. Pasar página para ellos es dar marcha atrás en la historia, a la edad de oro del imperialismo.
Donde están ahora aquellos idiotas que aplaudían la caída del Bloque Soviético, felicitándose por el bien de la "democracia". Es esto lo que ocurre cuando no se conoce la verdadera naturaleza perversa y criminal del Capitalismo, se llega e este grado de inconsciencia. Y la cruda realidad es que ahora el Imperio capitalista se cree el amo del mundo, sin la presencia del bloque Soviético,intimidando impunemente al mundo con sus amenazas imperialistas.
El gasto de defensa estadounidense, que casi se ha doblado en el último decenio, supone el 43 % del gasto militar mundial. Pero si se le agregan otros gastos de carácter militar, no incluidos, sobrepasaría el 50 % del gasto militar mundial.
Para 2012, el Pentágono recibirá 553.000.000.000 de dólares, 23.000.000.000 más que en 2010. A ellos se agregan 118.000.000.000 para la guerra en Afganistán y para las "actividades de transición en Iraq", y 17.000.000.000 para las armas nucleares que gestiona el Departamento de Energía. Hay que incluir otros gastos de carácter militar, entre los cuales hay 124.000.000.000 para militares retirados y 47.000.000.000 para el Departamento de Seguridad de la Patria. En total, el gasto militar estadounidense sobrepasa los 900.000.000.000 de dólares, alrededor de la cuarta parte del presupuesto federal.
Es sobre estas cantidades sobre las que se anuncia el recorte de 45.000.000.000 de dólares en el próximo decenio. Se reducirán las fuerzas terrestres de 570.000 a 520.000 efectivos. Esta reducción se posiciona tras la nueva estrategia probada en la guerra contra Libia. Es la nueva manera de hacer la guerra, que ha mostrado cómo potencias medianas pueden ser batidas y sus líderes derrocados, utilizando la aplastante superioridad aérea y naval USA/OTAN haciendo recaer la carga más pesada sobre los aliados.
Los fondos necesarios para las guerras -caso de Libia- son autorizados por el Congreso una vez tras otra, agregándolos al presupuesto del Pentágono.
Panetta ha subrayado que las fuerzas estadounidenses se volverán más ágiles, más flexibles y prestar a ser desplegadas rápidamente. De este modo, los EEUU estarán en condiciones de afrontar y de vencer simultáneamente a más de un adversario. Los EEUU adquirirán nuevas capacidades militares centrándose en los sistemas de armas, alta tecnología y control del espacio. La nueva estrategia prevé una utilización cada vez mayor de los servicios secretos y fuerzas especiales.
Cuando fue director de la CIA, Panetta aceleró la transformación de la Agencia en una verdadera organización militar. Ha utilizado de manera creciente drones armados en los ataques en Afganistán y constituido bases secretas para las operaciones de comandos en Yemen y en otros numerosos paises. Las fuerzas para operaciones especiales están hoy desplegadas en 75 países y están cada vez más flanquedas de mercenarios de compañías privadas que actúan en la sombra. La guerra es así dirigida con formas menos visibles, pero no menos costosas. El presupuesto de los servicios secretos está en efecto "clasificado", es decir, secreto. Nadie puede saber exactamente a cuánto asciende realmente el gasto militar estadounidense.
En la nueva estrategia deberán estar en condiciones de asumir y vencer en un conflicto de grandes proporciones, conservando simultáneamente la capacidad de bloquear a otro adversario mayor en otra región y conducir otras operaciones de "contraterrorismo y de imposición de una «no-fly-zone». Para esto tendrán necesidad de sistemas de armas más avanzadas, como los cazas F-35, que con algunos ajustes reforzarán el liderazgo estadounidense sobre sus aliados. Tendrán al mismo tiempo necesidad de fuerzas nucleares siempre dispuestas para el ataque. Con este fin, anuncia el Pentágono: "La administración modernizará el arsenal nuclear y el complejo que lo sostiene". El gasto será ciertamente enorme.
Todo esto no es una ralentización en la carera armamentística, sino un preludio de una nueva escalada de la guerra, que ahora consume 3.000.000 de dólares por minuto.
Panetta ha anunciado que la nueva estrategia tiene como centro focal el Medio Oriente y la región Asia/Pacífico, haciendo comprender que EEUU miran hacia Siria e Irán y consideerando opositores a China y Rusia. La nueva estrategia tiene como objetivo sostener el liderazgo mundial de EEUU. Pasar página para ellos es dar marcha atrás en la historia, a la edad de oro del imperialismo.
Donde están ahora aquellos idiotas que aplaudían la caída del Bloque Soviético, felicitándose por el bien de la "democracia". Es esto lo que ocurre cuando no se conoce la verdadera naturaleza perversa y criminal del Capitalismo, se llega e este grado de inconsciencia. Y la cruda realidad es que ahora el Imperio capitalista se cree el amo del mundo, sin la presencia del bloque Soviético,intimidando impunemente al mundo con sus amenazas imperialistas.
Y la humanidad, corre peligro con estos desquiciados imperialistas sedientos de codicia, avaricia y sangre.
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