El gobierno sirio confirmó la desaparición de ocho ingenieros de diversas nacionalidades que brindaban su colaboración en la termoeléctrica de Jandar, próxima a la Ciudad Industrial de Hasya, central provincia de Homs.
Al mismo tiempo, la prensa siria destaca hoy que el Ministerio de Defensa del Líbano corroboró la infiltración hacia Siria de armas y de mercenarios de la red Al-Qaeda, a través de puntos fronterizos ilegales desde el territorio libanés.
Estos sucesos tienen lugar en víspera de la llegada a Siria del primer grupo de observadores de la Liga Árabe para inspeccionar la realidad del país, según un acuerdo entre Damasco y esa organización regional.
La agencia de noticias SANA divulga un comunicado del Ministerio de Electricidad, el cual informa de la desaparición de ochos especialistas de diferentes nacionalidades que prestaban asistencia técnica en la termoeléctrica de Jandar, en el centro del país.
Esa planta está ubicada en el interior de la provincia de Homs, región donde más operan las bandas armadas terroristas, que están siendo pertrechadas desde el exterior y entre cuyos integrantes, según nuevas confirmaciones, figuran mercenarios foráneos.
De acuerdo con la información oficial, los ingenieros viajaban en un microbús camino a la termoeléctrica cuando se cortó la comunicación con ellos. Posteriormente, se reportaron como desaparecidos por las autoridades locales.
Partes preliminares señalan que fueron secuestrados por un grupo terrorista armado.
El Ministerio de Electricidad informa que sigue el caso al detalle con las autoridades pertinentes que investigan y realizan esfuerzos para precisar las circunstancias del rapto y quienes están detrás a fin de poder rescatar a los técnicos.
La agencia de noticias Cham Press resalta que el ministro libanés de Defensa, Fayez Ghusun, confirmó informaciones sobre operaciones clandestinas de infiltración hacia Siria a través de puntos fronterizos ilícitos de pertrechos bélicos y mercenarios de Al-Qaeda procedentes de países de la región como si pertenecieran a la oposición siria.
El Líbano tiene frontera al norte con la provincia siria de Homs, donde incluso fuerzas de seguridad de Damasco han hallado túneles subterráneos de hasta cinco kilómetros de largo, lo cual demuestra, según observadores, que la actual crisis no es un hecho esporádico, sino que se venía preparando desde hace más de un año.
En una reunión con oficiales de alto rango en Beirut, Ghusun se refirió a los esfuerzos que realiza el ejército libanés en vigilar la frontera entre los dos países para prevenir tales infiltraciones.
El ministro recalcó que evitar ese trasiego de hombres y armas es responsabilidad del ejército y las fuerzas de seguridad, y un compromiso nacional de todas las dependencias del Líbano.
En Damasco, el presidente Bashar al-Assad promulgó la víspera un decreto que estipula 15 años de trabajo forzado para quienes han introducido ilegalmente armas en el país, así como la pena perpetua para quienes lo han hecho para traficar o cometer actos terroristas.
La ordenanza también contempla la pena capital para quienes han distribuido pertrechos bélicos o contribuido a repartirlos con la intención de ejecutar acciones terroristas.
Los cómplices o quienes estén implicados en estos hechos también recibirán la misma sentencia, precisa la información que divulga SANA.
Las autoridades informaron que este martes se les dio sepultura a 12 efectivos militares y policiales, que cayeron en enfrentamientos contra bandas armadas en las provincias de Idleb, Homs, Daraa, Hama y Hasaka.
Entre los caídos figuran un teniente coronel, un capitán, un primer teniente, un subteniente, un sargento mayor y dos sargentos, señaló Prensa Latina.
El lunes las autoridades reportaron el fallecimiento de siete efectivos y agentes, y el domingo el de otros seis.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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