LA REVOLUCION PUEDE SER DESTRUIDA POR SUS PROPIOS HIJOS

LA REVOLUCION PUEDE SER DESTRUIDA POR SUS PROPIOS HIJOS

Esta histórica afirmación, con no poca razón y visión de futuro fue pronunciada en la conferencia magistral que Fidel Castro impartió [Noviembre 2005] en el aula magna de la Universidad de La Habana, Fidel, [al igual que recientemente Raúl Castro que en no pocas oportunidades con no menos rotundidad “por activa y pasiva” lo ha advertido], alerto muy seriamente al pueblo de lo que se avecinaba. Dejando muy claro que si bien la revolución desde el exterior es invencible, de no corregirse a tiempo anomalías tales como: La indisciplina, la burocracia, el oportunismo, la ineptitud, la doble moral, el igualitarismo, el amiguismo, la corrupción-económica en todas sus vertientes, sin olvidar en la medida de nuestros errores y debilidades por distintos y variados motivos de dar solución a problemas subjetivos a la de cada día mas envalentonada, organizada y activa quinta columna.

De igual forma se hace más necesario que nunca recordar algunas afirmaciones o enseñanzas de los años sesenta del heroico guerrillero El Che y de su ejemplar conducta revolucionaria, cuando durante el proceso de constitución del Partido en el Ministerio de Industrias, se escuchaban los criterios sobre los aspirantes. Alguien critico a uno de ellos por ser obsesivo para los controles y demasiado exigente y preciosista. El Che, tomó la palabra y sentenció “Yo no quiero que nadie diga aquí que fulano es buena gente….Para ser buena gente hay que dejar hacer y deshacer. Los que no exigen, los que no discuten los problemas, los que no depuran responsabilidades, a los que no les importa lo mismo cumplir que no cumplir, a los que no les duelen los problemas, los que no tienen hígado y les importa poco todo; son buena gente”. Los revolucionarios señores, sentencio el Che, “son los que al revés de los buena gente discuten, controlan, depuran, cumplen, tienen sensibilidad, y les duelen los problemas hasta el hígado”. ¡SE BUSCAN PROBLEMAS!

Recordar que la única critica constructiva [antagónica con la adulatoria y falsa] para el partido y el pueblo, es que la misma sea verdadera y demostrable de lo contrario se corre el riesgo de convertir la misma además de inmoral e injusta en destructiva. Para ello se hace más necesario que nunca la batalla de ideas, terminar con las “falsas” unaminidades, más que sancionar “vencer” a nuestros compañeros y posibles “confusos” aliados, hay que a través del dialogo y el debate político convencer. Y a los enemigos quinta-columnistas desenmascararlos públicamente a tiempo, antes de que el daño sea como suele pasar muy amenudo “irreparable”.



Hoy más que nunca en estos momentos históricos y difíciles en que vive la humanidad y la revolución, a través de multitudinarias asambleas: PCC, sindicatos, comités de defensa, Universidades, fabricas, hoteles, etc. etc. [¡no hay tiempo que perder!], hay que debatir, analizar con valentía y profundidad a lo largo y ancho del país una y mil veces los sabios y justos consejos de Fidel, Raúl y El Che, criticando todo lo criticable y cambiando todo lo que haya que cambiar. Como afirma Raúl, hay que tener tolerancia cero contra el bloqueo interno, la corrupción en todas sus vertientes y el “secretismo” que esta al servicio de oportunistas corruptos y agentes quinta columnistas tan peligrosos o más que los llamados “disidentes” de Miami y sin lugar a dudas más cobardes y cínicos. No hay que olvidar nunca que el enemigo más peligroso, inteligente, cínico y sin escrúpulos a batir y principal causa de revoluciones frustradas entre ellas la URSS se debe a estos en todos los niveles infiltrados camaleones-revolucionarios de día y contrarrevolucionario de noche.

Para terminar nada mejor que recordar la reciente valiente, objetiva y revolucionaria aclaratoria de Raúl, en la clausura del VII periodo de Sesiones de la asamblea Nacional. “Nuestro peor enemigo no es el imperialismo ni sus asalariados en suelo patrio, sino nuestros propios errores”

La Revolución será, el que avisa no es traidor, solamente irreversible “no seamos ingenuos ni triunfalistas” en la medida que seamos capaces de seguir y sobre todo llevar a la practica insisto tan sabios y justos consejos, de lo contrario por activa y pasiva contribuiremos a que tan grandiosa, humana y justa obra sea destruida, La historia insisto esta llena por motivos similares de fracasadas Revoluciones “no nos podemos dormir en los laureles”.
¡LA REVOLUCION PUEDE SER DESTRUIDA POR SUS PROPIOS HIJOS!

Bartolomé Sancho Morey