LISBOA, 6 de mayo.—
Los portugueses protagonizaron este viernes su primera huelga general, tras conocer las condiciones del rescate financiero que la Unión Europea y el FMI exigieron a Lisboa.
En los últimos días se han incrementado las muestras de rechazo popular a las medidas impuestas por la UE y el FMI.
Según el diario El Mundo, el 60 % de los funcionarios públicos se sumó a la huelga convocada, destacándose los hospitales, algunos de ellos llegando al 100 % de participación en los servicios de urgencias, informaron los sindicatos.
"Este respaldo de los trabajadores nos da fuerza y confianza para continuar la lucha", afirmó Ana Avoila, coordinadora de la Federación de los Sindicatos de la Función Pública, quien añadió sentirse satisfecha porque, "incluso, en época de exámenes", muchas escuelas de Lisboa y otras ciudades portuguesas permanecieron cerradas. Los empleados judiciales también se sumaron a esta jornada de paralización, así como los de servicios de recogida de basura.
Por su parte, el secretario general del Partido Comunista Portugués, Jerónimo de Sousa, apeló a los ciudadanos a que en las próximas elecciones voten "contra los que han aprobado el acuerdo" con la Comisión Europea y el FMI, al entender que se trata de un "golpe anticonstitucional contra la democracia y la soberanía portuguesa".
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