martes, 1 de marzo de 2011
LIBIA ES UN PAÍS, OBAMA ES UN LADRÓN
(Un artículo del profesor Manuel F. Trillo).-
En los planes de la clase dominante mundial, y ahí la globalización que no es un invento moderno, sino que ya en 1864-1866 se vio que había que combatir “globalmente”, se ha planteado una prioridad, un objetivo: Libia. Hay otros, por supuesto, pero ahora toca Libia. ¿Por cierto, tiene el Estado Libio armas nucleares? ¿No creen ustedes que si las tuviera no ocurrirían estas sublevaciones “civiles” de cuatro o cuatrocientos mil gatos –o ratones como decía Al Gadafi- exactamente en la parte oriental de Libia, donde existe la mayor concentración de pozos de petróleo y gas y refinerías de todo Libia? Sublevaciones de “tuiter y fesibú” y de chicle con chocolate.
No nos engañemos, ni engañemos a otros, los derechos humanos que tanto defiende USA están en Guantámano, los derechos humanos que defiende la UE están en Irak, Afganistán, en el Estado Judío de Israel, en Marruecos, y en Arabia Saudita (etc).
No nos engañemos, los vejestorios inservibles después de 30 años de ejercer de tontos útiles en Túnez y en Egipto, han sido la excusa perfecta para iniciar una operación de pizarra. Nadie se hubiera tragado una acción directa contra el Estado libio y contra su pueblo, así que “iniciamos en Túnez, donde está ese payaso de Ben Alí, y lo echamos porque ya no sirve para nada, pondremos a Ganuchi o a otro, siempre serán nuestros vasallos y el pueblo creerá que han cambiado el régimen y que son triunfadores. Luego vamos a por ese otro vejestorio corrupto que es Hosni Mubarak, y colocaremos a alguien de los nuestros, por ejemplo al necio de Suleiman, y para que se lo crean de verdad los Hermanos Musulmanes y otros pendejos izquierdistas permitimos que se modifique la Constitución, pero la ley electoral los dejará siempre en minoría. Viva la democracia. Ya lo hicimos en España hace treinta años, y salió bien. La democracia es nuestra moneda de cambio. No necesitamos dictadores ni criminales que manchen las paredes con los torturados ni que dejen gente en las cunetas, hacen feo en el escaparate. Y ya están tan entusiasmados todos los rebeldes con la democracia, que incluso son capaces de dar la vida por ella, y en Túnez cientos murieron, y en Egipto cuatrocientos, todos son unos héroes. Hay que ponerles un monolito.
Pero nuestro objetivo no es la democracia, la libertad, el respeto a los derechos humanos, porque si eso fuera así entonces tendríamos que comparecer ante el TPI, no, nuestro objetivo es que unas tribus, unos beduinos, 6 millones de habitantes en África –que por cierto tienen el más alto índice de desarrollo humano de toda África- no pueden disponer de una riqueza tan inconmensurable como el petróleo y el gas natural. No podemos consentir que el Estado libio sea el único que pague al contado, que tenga una deuda ridícula de 6.000 millones de dólares y unas reservas efectivas de 100.000 millones. Es un pastel muy grande, Libia es un pastel, y nos lo tenemos que repartir. Acuérdense los europeos cuando se repartieron África a finales del siglo XIX, allá por 1885, qué bien salió el reparto. Luego tuvimos otro y luego otro. Pero ahora queda este pastelito de Libia, y aquí, amigos demócratas, podemos sacar tajada”.
Alguno de mis amigos comunistas –o no, pero sinceros- hablan de las libertades públicas en Libia, y entonces tengo que empezar por mi propia casa: por ESPAÑA. Las libertades públicas aquí no se respetan ni escritas en la Constitución borbónica de 1978. Aquí se encarcela al que discrepa. Se encarcela a quien protesta. Se encarcela a quien lucha por su gente. ¿Nombres?. Nombres hay. Y si no lo sabe usted, tengo que decir que no merece ser lector de estas líneas. Averígüelo y no me avergüence. (Una pista amable: Cañamero y cien más……Otegi y muchos más….).
ESPAÑA, un Estado donde se inventan delitos ad hominem, donde se encarcela a gusto del chef de guardia, donde se encarcela a quienes disienten del Estado que ha montado toda esa caterva de sujetos que viven del crimen y de la represión (¡qué bien le ha ido a Rubalcaba y al mayor Oreja toda la represión!). Y viendo la casa propia uno no puede ir por el mundo dando lecciones de nada, y menos con este Borbón que se autogolpea como una monja de las llagas para decir que es imprescindible. (Hace pocos días salió la noticia: en un paisito árabe la oposición que protestaba querían un rey como Juancarlos, no tengan ustedes preocupación alguna, se lo regalamos, se lo mandamos con gastos pagados y en un paquete bien envuelto, eso sí, no se admite devolución). Que nadie hable del respeto de los derechos humanos cuando ESPAÑA está denunciada por la ONU por torturar a sus ciudadanos. No es cuestión de Derechos, es el petróleo, la pasta, la masa, la manteca, el dólar...
Este es el tema: Libia es un pastel que hay que repartir, y para ello se prepara en tres fases la invasión de Libia: 1.- Túnez, 2.- Egipto. 3.- Libia
Y todos tan contentos.
(Nota Bene: A mí Gadafi o Garfunkel me importan muy poco)
Pero el latrocinio y el crimen han de pasar por un Tribunal de los Pueblos, y deben ser juzgados los criminales como Obama, Merkel, Sarkozy, todos los dirigentes de la Unión Europea, así como Bankimoon (no me da la gana escribirlo de otro modo), y los dirigentes de la ONU que han decidido destruir el Estado libio.
En el mismo tribunal todos. ¿Es posible? No. Pues ajo y agua.
¡A ver cuando somos ciudadanos!
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