Activistas de la Flotilla de la Libertad hechos prisioneros por el ejercito agresor de Israel.
Varios de los activistas que viajaban en la Flotilla de la Libertad que fue atacada por Israel el lunes pasado y que llegaron ayer martes repatriados a sus respectivos paises, expresaron que se sintieron "secuestrados" y en una "guerra" durante el ataque y aseguraron que la intención de los militares no era de detener sólo los barcos sino también el de causar victimas.
La diputada alemana del partido de la Izquierda, Annette Groth, calificó a su regreso a Alemania, que el episodio vivido fue un acto de "barbarie" y ha manifestado que "cree que hay más muertos que las nueve vicitmas oficiales.
Su compañera de partido, Inge Hälger, aseguró haberse sentido "secuestrada" y como si hubieran estado "en medio de una guerra".
Asimismo dijo que " fue un ataque a una misión de paz en aguas internacionales. Los israelis si lo desean, pueden defender su área de defensa militar, pero estábamos fuera de estos limites.
Poco después de ser liberada, la diputada israeli Hanin Zoabi declaró que "el ejercito israeli no pretendía sólo detener los barcos de forma pacifica, sino también causar victimas".
Estaba claro que las dimensiones de las fuerzas con que el Ejercito de Israel abordó el barco que el proposito no era detenerlo, sino causar el mayor número de bajas con el objeto de impedir futuras iniciativas similares", denuncio Zoabi.
Tras el ataque en el que murieron 19 personas y otras 30 resultaron heridas, el activista turco Mutiu Tiryaqui explicó que " fuimos hacia el puente y ellos aparecieron desde helicópteros y barcos militares y nos atacaron. Se aproximaron a nuestro barco desde buques militares después de lanzar una advertencia. Les dijimos que estabamos desarmados. Nuestro única arma era el agua debajo del barco".
Mihalis Grigoropoulus, un activista griego, a su llegada a Atenas, denunció que las condiciones en las que fueron detenidos por los militares israelis "eran miserables" y que "dos activistas griegos fuerin salvajemente golpeados".
Con respecto a la expulsión de activistas, Grigoropoulus comentó que autoridades israelis "me hicieron firmar papeles con respecto a mi expulsión sin que yo supiera lo que había en los papeles porque yo tenía derecho a un traductor, abogado o comunicarme con mi familia.
Por otro aldo la activista española Laura Arau, quien fue detenida también por militares israelis, firmó ayer el acta de deportación que le permitirá su retorno a su país, según fuentes diplomáticas españolas.
Mientras tanto se espera conocer la decisión de los conciudadanos de Arau, entre ellos el periodista de Telesur David Segarra, quienes no han decidido firmar el acta de deportación, porque se trata de un documento que especifica que ellos han ingresado en territorio israeli de forma ilegal.
La Flotilla de la Libertad buscaba ayudar al pueblo palestino que vive bajo el férreo bloqueo israeli con el envío de alimentos, enseres, ayuda médica y materiales para la construcción, ya que estructuras tales como hospitales y escuelas han quedado derribadas o en muy mal estado tras los ataques del 2008 y el 2009. Y el llamado mundo civilizado occidental no se decide a adoptar médidas prácticas contra el Estado criminal de Israel que constituyesen, al menos, un freno para futuras acciones terrorificas de este gobierno asesino. Por lo visto, es preferible que el pueblo palestino de Gaza siga en su situación de miseria y marginación con niños sin escuelas sin atención médica y muriendo cada día bajo las balas del ejercito israeli. Y sin el menor rubor se sigue hablando de "Democrácia y Civilización". En mi opinión es más bien la "Barbarie" de la que hablaba Rosa Luxemburgo a comienzos del siglo XX. Su alternativa era el Socialismo o la superación del sistema depredador y criminal llamado Capitalismo.
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