XXXI Marcha a Rota

jueves, 27 de mayo de 2010

ESTO ES CAPITALISMO: NIÑOS FUMIGADOS Y CAMIONEROS MUERTOS EN ARGENTINA.


Uno de los miles de niños fumigados por hacer su trabajo de "niños banderas"
Las mayores cantidades de divisas que entran en el país argentino son las originadas por la exportación de la soja y sus derivados. El gran problema es que la mayoria de ese dinero queda en manos de un puñado de multinacionales. Es un modelo de desarrollo impuesto desde hace muchos años desde fuera y que nada tiene que ver con las necesidades internas de la población argentina. Tanto es así que la imagen de la pampa en la que pastorean las vacas o las ovejas ya forman parte de un pasado melancólico. La indusrtrialización de la soja avanza y se lleva puesta la vieja llanura y la biodiversidad que en algún tiempo caracterizara a la Argentina.
Pero no solamente se lleva puesta a la naturaleza sino también la vida de muchos trabajadores.
Con cierta frecuencia se ha hablado ya en Argentina del efecto que los plaguicidas tienen sobre los llamados "chicos banderas", es decir, aquellos muchachos que usan sus cuerpos como señaladores para los aviones que rocian el campo con productos quimicos altamente tóxicos. Vidas rematadas por centavos en el altar del dios de la rentabilidad sojera. Pero ahora van apareciendo también otros cuerpos igualmente envenenados. Los cuerpos de los camioneros que son también "fumigados" por otros productos tóxicos, los que supuestamente están defendidos por el gremio más poderoso del país, el sindicato argentino de la CGT. Pero no hay palabras de los lideres tradicionales de estos sindicatoscon respecto a los camioneros que mueren por efectos de las intoxicaciones luego de usar el propio vehiculo como silo andante.
Las noticias sobre estos sucesos aparecen en las páginas policiales de la provincia de Santa Fe, ( en el norte profundo y atrasado de la geografia argentina) en cuya región están asentadas las compañias internacionales de la soja.
Dice la información que " un camionero que transportaba soja murio recientemente, y una cantidad no precisada de estos trabajadores habian fallecido en los últimos años por intoxicación con pesticidas, según denuncias de la Federación de Transportes Rurales Argentinos. Las muertes se habrían producido porque, para abaratar costes, en vez de bajar la carga para fumigarla, se aplica el tóxico en el interior del camión. La Federación rsponsabiliza a las firmas exportadoras, entre ellas Cargill, Louis Dreyfus, Bunge&born, ADM,Nidera, Toepfer y otras. El representante de una entidad ambiental de la región afirma que el procedimiento de echar tóxicos adentro de los camiones es de uso generalizado en puertos importantes de exportación como Quequén y Bahia Blanca. De ello se deduce que la vida de los camioneros, en realidad, no vale nada para las multinacionales. Para ellos lo único de valor es la soja y sus derivados.
En el altar de la soja son inmolados los viejos campos ubérrimos y las vidas de los trabajadores, chicos y grandes.
CHICOS ROCIADOS CON PESTICIDAS TRABAJAN COMO BANDERAS HUMANAS.
Las Petacas se llama el exacto escenario del segundo estado argentino donde los pibes son usados como señales para fumigar. Chicos que serán rociados con herbicidas y pesticidas mientras trabajan como postes, como banderas humanas y luego serán reemplazados por otros.
El procedimiento es el siguiente. " Primero se comienza a fumigar en las esquinas, lo que se conoce como "esquinero". Después hay que contar 24 pasos hacia un costado desde el último lugar donde pasó el "mosquito" (El "mosquito" es una especie de avioneta que vuela bajo y "riega" una nube de plaguicida). Para la producción masiva de la soja los productores agropecuairos de la zona encontrarón una solución económica: el utilizar a chicos menores de 16 años que se paran con una bandera en el sitio donde hay que fumigar. Los rocian con "Randap" y a veces con "2-4D" ( herbicidas usados sobre todo para cultivar soja). También tiran insecticidas y matayuyos que tienen un olor fortisimo. No hay protección de ningún tipo. Y cuando señalan el campo para que pase el "mosquito" cobran entre veinte y veinticinco centavos la hectarea y cincuenta centavos cuando el plaguicida se esparce desde un tractor que "va más lento".
La mayoria de los chicos saben que esos liquidos le pueden hacer mal: "que tengamos cáncer , por ejemplo. Nos buscan dos productores de la región. Hacemos un descanso al mediodia y caminamos unas 200 hectáreas por día. No nos cansamos mucho porque estamos acostumbrados. A muchos les duele la cabeza y cuando van al médico algunos le dicen que es por el trabajo que hacen, que están enfermos por eso.
Muchos de los padres de los pibes no pueden acompañar a sus hijos después de un cierto tiempo. No soportan los hinchazones del estómago, pero relatan con gran tristeza que no tienen otra opción. Necesitamos hacer cualquier trabajo antes de morir de hambre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario