8 DE JUNIO, HUELGA EN LA FUNCIÓN PÚBLICA.

Supuestamente se presupone como el preludio de la HUELGA GENERAL que debería paralizar el país en protesta a todo lo que está "cayendo".
Como medio de protesta ante el TIJERETAZO del gobierno socialdemocrata y neoliberal de Zapatero, las organizaciones sindicales CCOO, UGT y CSI-CSIF convocan Huelga General para este día 8 de Junio.
Difícil propósito es el éxito de la misma, pues dos años de reuniones en la Moncloa, en vez de en otros foros o lugares (los parados no crecen como las setas por causa de la lluvia). Escaso éxito es el resultante de estas negociaciones, esta falta de actuaciones que no solo han permitido el crecimiento desmesurado del paro (que en la provincia de cádiz supera el 33%) si no que además no han impedido el recorte de los derechos sociales, más bien de lo que quedaba de ellos, pues lo cierto es que aunque al Partido Patronal se le acuse de muchas cosas fue Felipe y el Psoe los que dilapidaron las conquistas sociales y laborales ganadas entre partidos políticos y sindicatos durante la oscura etapa del franquismo y el inicio de la transición democrática.
La reducción del tiempo de desempleo de un año a cuatro meses, entre otras muchas, así como de estos últimos recortes hacen del Psoe el enemigo público nº1 de la Clase Obrera.
Al descrédito de las formaciones políticas y sindicales, por no hacer con el debido celo su trabajo, permitiendo la indefensión de los trabajadores más débiles, que no son más que l@s desemplead@s,tenemos que añadir otros factores de vital importancia:
Los empleados al servicio de la Junta de Andalucia son en su mayoría empleados externos, es decir no les afectan estas medidas de recorte salarial.
Por poner un ejemplo practico:
-De 33 personas que conforman una dirección provincial de la Junta, con dos sedes administrativas más, e incluso con no menos de otros 10 centros de trabajo aparte, los datos son:
18 son empleados de la Junta, de oposición, bolsa de empleo pública o el Inem (SAE).
13 son empleados externos, de empresas no públicas, a los que no les afectan los recortes. Estos empleados a demás de cobrar (de media ) un 50% más que los de la casa (anteriores) vienen "cedidos" por una empresa que tambien rentabiliza su "cesión". Pueden costar (aprox.) un 33% más caros que los primeros; si una persona que cobre unos 1.000 euros le cueste a la administración unos 2.000 (seguros sociales, prorrateo de pagas...), uno que cobre unos 1.700 euros y viene de una empresa privada, costará como mínimo 3.000... eso si es despilfarro injustificado, no la revalorarización de las pensiones.
2 son Puestos de Libre Designación, PLD, o a dedo, que están por el favor de quien los nombra y es miembro del gobierno de turno, autonomico=Psoe, no harán nada contra los recortes.

De la hoja de firmas en contra de los recortes, solo han firmado 7 personas, 7 de 33, y por descontado que esas 7 personas no harán la Huelga.
Entran el miedo, el peloteo, el pago de favor o el agrado, junto a la cobardía, la insolaridaridad, la falta de moral o de ética, junto a otro tipo de características que son las que cualquiera puede entender.

En conclusión , aunque las organizaciones no hagan bien su trabajo, aunque existan motivos para estar en contra de estas movilizaciones y la falta de confianza inciten a no hacer caso, yo haré la Huelga, y por supuesto incitaré a que la hagan "mis compañeros", aunque no tenga éxito, lo seguiré intentando.
Si estas organizaciones no existieran, inclusive con la cantidad de fallos que tienen, peor nos iría, seguro que sí, además las organizaciones son el reflejo de quienes las integran, no funcionan por gusto ni se sustentan del aire, la responsabilidad de sus éxitos y de sus errores es de tod@s nosotr@s, quienes l@s componen o quienes l@s critican, pues no hacen nada por cambiarlo.
Que cada un@ haga lo que en consecuencia crea oportuno, yo mientras tanto seguire intentado luchar con y desde mi sindicato, aunque ello implique forzosamente que luche dentro de él contra elementos que pretendan no hacer lo correcto o lo más conveniente.


¡A LAS BARRICADAS!