Esta
mañana -4 de la madrugada hora de Damasco, 3 de la madrugada hora española- un
grupo de mercenarios peones del imperialismo anglo-sionista ha atacado las
dependencias del canal Syria News (Al Akhbariia), ubicadas a las afueras
de la capital siria. El acto criminal ha asesinado a tres periodistas y a
cuatro trabajadores más de distintas funciones, además de haber resultado
heridas de diversa gravedad más de diez personas. Tal y como se muestra a
través de las cámaras de seguridad operativas, se había procedido a los
asesinatos a quemarropa antes de haber sido dinamitadas con material explosivo
las instalaciones. Paralelamente, los equipos técnicos fueron robados antes de
dinamitar el centro. Existe precedente inmediato en Líbano, donde los estudios
del canal Al Jadiid (New TV) fueron atacados y quemados hace tan sólo
tres días.
Esta
acción imperialista, en el fondo síntoma de debilidad propia, llega semanas
después de las directrices asignadas a los Satélites Arab Sat y Nile
Sat en pro de suspender la transmisión de las fuentes sirias al Mundo
Árabe. Esta operación de silenciamiento no fue consumada al haberse calculado
contraproducente después de que los propios medios sirios –y medios solidarios
alternativos- pudieran avisar a las poblaciones árabes respecto de la trama de
censura, hecho que la dejó en evidencia.
En
relación a la última acción sangrienta, es de señalar que sus artífices
comprendían en todo momento no dejar a la retransmisión completamente
inhabilitada, de modo que, más que de mecanismo de sabotaje, cabe interpretar
el ataque como amenaza y coacción al ejercicio informativo. Genuino acto de
Terror, pues, en la estela de la campaña de desmoralización y hostigamiento con
que el Imperialismo tiene tristemente “acostumbrados” a diversos colectivos
productivos y profesionales sirios, desde personal sanitario y médico a maestros,
profesores, ingenieros, urbanistas, científicos, etc. Tal política del miedo se
propone minar las fuerzas productivas del país, dejándolo a éste a merced de
una hipotética invasión militar directa y a gran escala, además de barrar su
rendimiento y libertad de ejercicio.
Cabe
preguntarse cómo se formulará y se concretará, respecto del último ataque, la
otras veces escenificada “solidaridad periodística”. Los sirios nos conformamos
con poco: quizás sería bastante con que la prensa “occidental” no pusiera, una
vez más, a funcionar su maquinaria de aberración falsificadora, ahorrándose en
esta ocasión los titulares “anunciando” que “el Gobierno sirio ha sido el
autor”. Sea como fuere, podemos hablar ya de síntoma de clara debilidad en el
frente ideológico y propagandístico de las Potencias agresoras: cuando tienen
que dedicarse a invertir en el propósito de acallar la comparativamente modesta
voz informativa siria hacia el Mundo, es que no les está yendo muy bien sobre
ese terreno y temen la contrastación por parte del espectador. Y el acto les
será, en todo caso, contraproducente: la gente, siria y foránea, sabe de lo
sucedido esta madrugada y se pregunta, cuanto menos, por qué. Cada uno de estos
actos sufridos se convierte automáticamente, así, en una triste y dramática
pequeña victoria adicional, y, los asesinados, en mártires que conducen a Siria
hacia el triunfo de la verdad y de la Soberanía , divorciándose cada vez más las masas
internacionales y los monopolios que tratan de mentirlas y formatearlas. Es
justamente este miedo a la interiorización de la verdad, aquello que las hace
incurrir en acciones irracionales y desesperadas. Las Potencias cosechan a
posteriori el fruto que pretenden arrancar.
Medios
libaneses diversos han condenado ya este Terror proyectado contra la prensa, tanto
en lo que se refiere al ataque sufrido por Al Jadiid como en lo que se
refiere a lo ocurrido en la madrugada de hoy. Estos medios denuncian a varios
Estados de alentar y financiar lo que puede estar siendo ni más ni menos que el
inicio de un brote de campaña contra la información y en favor de blindar el
pensamiento único. Señalan, principalmente, a los Emiratos Árabes Unidos,
Qatar, Bahrein y otras colonias yankie-sionistas del Golfo Pérsico.
Los recientes
ataques son la consecuencia extrema que implícitamente ya había sembrado la Liga Árabe cuando dio sus
directrices de acallar o contrarrestar a la prensa siria que este Tinglado
llama “pro-gubernamental” o “del Régimen”. Este es exactamente el etiquetaje
que practica la cadena estatal-colonial pro-USA/Alemania TVE, quien en su
noticia en torno al episodio último trata de atemperar o “justificar” llamando
“pro-gubernamental” a Syrian News. ¿Acaso el azote con vocación
liquidadora a un Pueblo y a un país se detiene en el Gobierno?. ¿O busca en
cambio doblegar/domeñar el potencial energético de Siria, insumiso a su Orden
Mundial?.
Esto –la
descalificación con presuntos “epítetos” es en lo que parece consistir, para el
caso, la solidaridad profesada por la banda de carroñeros llamados “comunidad
periodística”; en lavados de cara como éste, consistente en jugar con el
televidente apretándole las teclas de las connotaciones despectivas que
previamente le fueron inoculadas al oír “gubernamental”, “pro-gubernamental” o
“Régimen” (cuando se trata de Siria, claro está). No nos cabe duda de que
“Periodistas sin Fronteras” van a desconsiderar la denuncia –aunque fuera
testimonial, basada en una carta de prensa- de los poderes que –ellos saben-
subyacen al asesinato de sus colegas (pues no morderán la mano que les da de
comer). Ni siquiera dirán sus nombres en antena. Los nombramos, pues, nosotros:
Sami Abu-Amin, Zaid Kahal, Mohammed Shamma. Descansen en paz bajo la tierra de
su Pueblo. El mejor homenaje será la victoria anti-imperialista.
Tamer Sarkis Fernández
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