Un artículo de Carlos Tena.

CAYO LARA, UN GRAN ALCALDE
He visto y escuchado a un parlamentario de IU llamado Cayo Lara,
leyendo un texto de contestación al neofranquista Rajoy. Tras un minuto,
tuve que apagar el video y tomarme una tila. Cayo Lara es la nulidad
oratoria personificada. Duele decirlo, porque tiene cara de buena
persona.
Ni su tono, que quiere ser firme y se queda en blandiblú, ni su
lamentable folio en la mano porque no se sabe la lección, ni el
contenido de lo que le han escrito sus compañeros, dice algo en favor
del personaje.
La inutilidad política y la elocuencia cotorril deben ser
castigados, porque hacen que la decepción y la rabia afloren en el ánimo
del militante que aún confía en la izquierda. Lara, a la hora de
hablar, es como el Borbón pero sin medallas.

JUAN MANUEL SÁNCHEZ GORDILLO, UN ALCALDE MÁS QUE EXCELENTE, SINDICALISTA COMPROMETIDO, MILITANTE EJEMPLAR Y PROGRESISTA
Cayo es en Izquierda Unida la antítesis de su compañero Juan Manuel
Sánchez Gordillo, cuya sola presencia en un acto, charla, mítin o
manifestación despiertan la alegría y la inteligencia de los presentes,
la ilusión por un proyecto y la certeza de que se hallan ante un
verdadero parlamentario, luchador, coherente, conciso y valiente.
Rajoy debe estar feliz tras la intervención del mentado, intentando
en vano desvelar los secretos de la populista medida para impedir a las
empresas el pago en efectivo de más de 2.500 euros. Nunca los tópicos
fueron tantos. Perdió una buena oportunidad para desnudar al presidente y
mostrar al espectador las vergüenzas de tales bravatas.
Fue incapaz de recriminar al PSOE los indultos y amnistías aplicados
a banqueros delincuentes unas semanas antes de las elecciones. Pero
Cayo calló, evitando tales referencias y centrando su patética réplica
en que la evasión fiscal seguirá tal cual.
La mediocridad de Lara, sin embargo, es insaciable, capaz de
alcanzar el autoritarismo más barato, cuando en su fuero interno se le
despierta un impensable talante antidemocrático de corte “gonzalero” (de
Felipe), al asegurar que “cualquier opinión que no salga de los órganos de dirección es personal”, en referencia a la decisión adoptada por treinta y dos asambleas locales de IU en Andalucía, que han rechazado un pacto de gobierno o de legislatura con el PSOE.

EVIDENTEMENTE, ANDALUCÍA DEBE REBELARSE ANTE CAYO LARA
Es decir, el pueblo vota, pero la dirección hace lo que le viene en gana. Democracia vertical, que definí hace años.
Lara desprecia a miles de ciudadanos que se oponen a un apoyo tácito
al candidato “sucialista”, cuando todavía colean asuntos como el de los
cientos de miles de euros de las arcas públicas, esnifados en forma de
cocaína por personajes nombrados a dedo por el ciudadano Griñán,
representante del partido de la corrupción y el pelotazo, la represión
en las calles, el señoritismo y las medallas a duquesas y figurines de
la alta suciedad andaluza.
Cayo Lara fue un estupendo alcalde en Argamasilla de Alba. Desde
aquí le animo a que regrese a la villa ciudadrealeña, para tratar de
recuperar el cargo o, en su defecto, permitir que otro miembro de la
coalición pueda lucir en el hemiciclo sus virtudes o lacras. Si Cayo es
la figura de IU en el Parlamento, esto es Bélgica.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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