Su nombre es REPSOL y huele a Gasolina....
No hay duda de lo que representan los gobiernos en un sistema capitalista. Son meros recaderos de las grandes empresas. El ejecutivo del PP ha salido en las últimas horas en defensa de los intereses de Repsol como si esta empresa fuera pública, estatal y de todos. Ante ello, despliega sus amenazas por la posibilidad de que el gobierno argentino le recorte las alas y nacionalice (esa palabra tabú también para buena parte de la llamada izquierda parlamentaria patria) como si el país mismo estuviese sufriendo una agresión. Los grandes accionistas de Repsol deben de sentirse muy satisfechos con las gestiones que Rajoy y los suyos han hecho, incluso llevando el tema a la propia Unión Europea. Sin embargo, es conveniente que recordemos que la cuestión es exactamente al revés, que no es que los diputados del PP (o del PSOE si estuvieran gobernando ellos) salgan en defensa de la empresa, es que esos diputados están ahí puestos por empresas como Repsol, Telefónica, BBVA, Iberdrola o Santander, para vigilar sus intereses. Esto es capitalismo, y los parlamentos funcionan al compás que marcan las multinacionales, sus señorías son apenas el coro que sirve para justificar el tinglado, saben el trabajo en qué consiste.

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