
El pensamiento de Marx y Engels comprende tres aspectos fundamentales que no pueden ser singularizados sin incurrir en el peligro de empobrecerlos notablemente. A pesar de la simplificación que esto conlleva, estudiaremos el marxismo a partir de estos tres aspectos: el análisis del pasado (materialismo histórico), la crítica del presente (estudio económico realizado básicamente en la obra El capital) y el proyecto de futuro (alternativa política marxista)
a) El análisis del pasado: el materialismo histórico. Para Marx, el motor que hace evolucionar la historia es la lucha de clases. Toda la historia ha sido una lucha permanente entre las clases opresoras y las oprimidas. De este modo, la historia de la Humanidad ha sido la sucesión de diferentes modos de producción, que se caracterizan por la naturaleza de las relaciones de producción existentes (entre amos y esclavos, señores y siervos, patronos y obreros...)
A lo largo de la historia se han sucedido tres grandes modos de producción: esclavismo, feudalismo y capitalismo. El paso de un sistema al otro tiene lugar cuando las contradicciones y los antagonismos de clase en el seno de un modo de producción acaban destruyéndolo. Entonces se configura una nueva clase dominante que controla los medios de producción y el aparato del Estado.
El capitalismo no es para Marx el punto de llegada de la evolución humana, sino una fase más que es preciso superar para llegar a un nuevo modo de producción, el socialismo, en el que no existirán desigualdades sociales ni económicas.
b) La crítica del presente: el análisis económico del capitalismo. La necesidad de analizar el presente, es decir, el modo de producción capitalista, movió a Marx a realizar una crítica de la economía política. Esta labor la llevó a cabo, fundamentalmente, en su obra magna: El capital. Según él, el elemento clave de la explotación capitalista es la plusvalía, que consiste en la apropiación por parte del capitalista de una parte de las ganancias que producen los obreros. Así, durante la jornada laboral, el obrero trabaja primero para producir las mercancías que equivalen a su salario. Pero después continúa trabajando, y este trabajo no pagado, constituye la plusvalía, única fuente de beneficio de los capitalistas.

c) El proyecto de futuro: la sociedad comunista. Para poner fin a la explotación del hombre por el hombre, Marx proclamó la necesidad de que el proletariado, mediante la revolución, conquistase el poder político y económico y crease un nuevo Estado obrero al servicio de los trabajadores. Esto daría lugar a un nuevo modo de producción (socialismo), en el que no existiría propiedad privada, ya que la primera misión de la revolución sería la socialización de la propiedad, que pasaría al Estado. Ahora bien, el socialismo era para Marx tan sólo una etapa intermedia, ya que la desaparición de las diferencias sociales supondría la disolución de las clases sociales. Y como no habría clases, el Estado sería innecesario, porque el Estado es la expresión de la dominación de una clase sobre otra. Poco a poco éste se iría autodisolviendo para dar paso a la sociedad comunista, es decir, igualitaria, sin clases y sin Estado.

En las anteriores épocas históricas encontramos casi por todas partes una completa diferenciación de la sociedad en diversos estamentos, una múltiple escala gradual de condiciones sociales. En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos; en la Edad Media, señores feudales, vasallos, maestros, oficiales y siervos, y además, en casi todas estas clases encontramos, a su vez, gradaciones especiales.
La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas.
Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más en dos grandes bandos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado.
Algunos Pensamientos de Marx:
- Desde el derecho positivo, hasta las más excelsas muestras del arte, la música pintura, la arquitectura no son para Marx más que una cubierta engañosa que encubre un modo de producción, y todas esas formas exteriores no hacen más que engañar, justificar e intentar perpetuar un sistema económico.(capitalismo)
- La cultura es en la mayoría de los hombres el adiestramiento que los convierte en máquinas y el derecho no es más que la voluntad de la clase burguesa erigida en ley.
- La religión es el «opio de los pueblos», ese conjunto de creencias falsas impuestas en la mente de los oprimidos para que no cuestionen nada, para que acepten mansamente su situación y esperen una recompensa en el cielo.
- Para Marx el Estado es el órgano mediante el cual una clase social dominante impone, mediante el monopolio de la fuerza su voluntad a otra clase. Mientras existan clases sociales se necesitará del Estado para que una clase someta a la otra. El Estado es para Marx como la Junta directiva de la burguesía, el órgano donde, siendo competidores entre sí, acuerdan las bases para la supervivencia y beneficio de su clase
- OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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