
Un
grupo de investigadores de la Universidad de Harvard ha descubierto los
secretos moleculares de un arbusto utilizado desde hace 2.000 años en
China para combatir la malaria.
La
medicina tradicional china puede ser capaz de frenar el proceso de
envejecimiento y dirigirse a trastornos autoinmunes como la esclerosis
múltiple y artritis reumatoide, según un estudio, publicado el lunes en
la revista Nature Chemical Biology.
El remedio de hierbas derivado de raíces de arbustos llamado Chang Shan se utiliza en China como una medicina contra la malaria.
Actualmente, los
científicos de la Escuela de Odontología de Harvard en Boston han
descubierto que una sustancia llamada halofuginona puede bloquear las
reacciones inmunes que causan enfermedades.
En
este sentido, el profesor de esta universidad, Malcolm Whitman, declaró
que “este compuesto podría inspirar nuevos enfoques terapéuticos para
una variedad de enfermedades autoinmunes”.
En 2009, los
investigadores informaron que halofuginona bloquea selectivamente el
desarrollo de las células inmunes dañinas Th17, que están involucradas
en enfermedades autoinmunes, sin afectar a todo el sistema defensivo.
Según
estudios en animales, la sustancia vegetal desencadena una cascada
química que responde a la escasez de aminoácidos y los animales que
reciben una alimentación restrictiva viven más tiempo, en parte porque
las enfermedades que conllevan la inflamación son prevenidas.
El
mecanismo de ayuda a la medicina herbaria previene el crecimiento del
parásito de la malaria mediante el bloqueo de la producción de proteínas
inflamatorias y detiene el desarrollo de glóbulos blancos específicos
que desencadenan enfermedades autoinmunes.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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