Al menos siete personas han
perdido la vida y otra quincena ha resultado herida este miércoles a
causa de una explosión que tuvo como blanco la sede presidencial en la
capital de Somalia, Mogadiscio.
Según las declaraciones de los testigos oculares, un hombre detonó explosivos, que llevaba escondido en su chaleco de tipo militar, frente a la residencia del presidente de Somalia, jeque Sharif Sheikh Ahmed, y la oficina del presidente del parlamento, Sharif Hassan Jeque Adan.
Una fuente bajo condición de anonimato ha precisado que el presidente del parlamento no se encontraba en el interior del complejo en el momento del incidente, mientras que no se sabe si el mandatario somalí, que estaba en Etiopía el martes, habría regresado al país.
El oficial de seguridad Ali Mohamad ha confirmado la cifra de las víctimas y ha anunciado que otras seis personas han ingresado en el hospital por la gravedad de las heridas.
El portavoz militar de Al-Shabab, Jaque Abdiasis Abu Musab, ha anunciado que este atentado lo ha realizado un militante de su grupo y ha calificado la explosión de una “gran victoria”.
Somalia, situada en la estratégica región conocida como el Cuerno de África, vive en una permanente guerra civil y carece de Gobierno efectivo desde 1991, cuando cayó el exdictador Mohamed Siad Barre. Actualmente, el terrorismo, la piratería, los enfrentamientos tribales, son los principales problemas de este país que impiden la transición política.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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