XXXI Marcha a Rota

sábado, 3 de marzo de 2012

El nuevo asedio de Cádiz


 

Un artículo de Antonio Maira*
 La tragedia y la farsa 
Decía Marx que la historia se repite: primero como tragedia, después como farsa. Pero aquí, en Cádiz, donde la historia irrumpe desde el mar o se anuncia desde el otro lado, desde “tierra firme” , la cosa es más complicada.
 En Cádiz, la historia llega impetuosa como rompiente venciendo todas las resistencias; o tropieza al llegar desde tierra, buscando aquí refugio. Con frecuencia, se pierde en el reflujo de la marea o se retrasa. Así que, más que repetirse, la historia tartamudea. O lo parece. 

 
 Entre murallas de enorme plaza fuerte, caminos sobre arena o sobre asfalto, caños que cuadriculan la marisma y la puntean de salinas o esteros, barriadas inundables, y una colosal fila de edificios que desafían a la mar  y vociferan la cultura del ladrillo; todo se estanca y se diluye en el tiempo, o se cuece lentamente y finalmente revienta.  
* * *  Un fastuoso proyecto:
 El Bicentenario de la Constitución de 1812: La Pepa 
Felizmente, tirios y troyanos se han puesto de acuerdo.Patriotas todos y serviles todos  - en una hermosa variedad del “consenso en el nuevo siglo XXI”; cantan a coro la misma copla bastarda de la sumisión de ayer y la libertad con cadenas de hoy: Rey y Mercado.
 Liberales todos, también, pero “neos”- de los de ahora, no revolucionarios como los doceañistas -, concibieron desde hace diez o quince años un hermoso “proyecto de Estado” con estos grandiosos y semiproclamados  objetivos:  1.- ¡Viva la Libertad¡ ¡Vivan las cadenas!  Tal como fue definido, allá por finales del siglo XX, el primero y más importante de los objetivos del “Proyecto Bicentenario” fue el de afirmar el triunfo definitivo del neoliberalismo, el fin de la Historia, el anacronismo de la lucha de clases, el éxito y la consolidación del estado de bienestar; la lógica democrática bien equilibrada y alternante del “bipartidismo de tic-tac”, para disfrutar de matices y talantes. Todo lo demás - como ha afirmado recientemente la novísima vicepresidenta del Gobierno  -; es pancarta y griterío de otros tiempos.

 En resumen: se trata de proclamar la realización plena de la Libertad - así, con mayúscula -, “del Mercado, en el Mercado y para el Mercado”. En esa atmósfera de definitiva transparencia, con el Mercado como Dios supremo, a todos nos llaman ciudadanos pero eso debe entenderse (manu militari si es preciso) como “consumidores libres”.
El Bicentenario tenía que ser la gran oportunidad para escenificar el acuerdo económico básico que define la oligarquía española y obliga a sus partidos alternantes: consolidar la definición de la “libertad de comercio” - y de su equivalente la “libertad de empresa” -; como “Libertad-fuente” de todos los derechos y libertades económicas, civiles y políticas. 
 Tal dogma es compartido por el PP-PSOE y la casi totalidad de los partidos del “arco constitucional”: aquellos a los que Falsimedia califica, con criterio de club exclusivo, como “partidos democráticos”. Pese a su rápido arraigo en estas tierras la expresión más acabada del nuevo concepto de Libertad se encuentra, como no podía ser de otro modo, en los documentos estratégicos del “amigo norteamericano” .   

De la economía globalizada a la estrategia y la guerra globales 

Su consagración definitiva se realiza en el documento La Nueva Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos aprobado y voceado urbi et orbi -como dictat imperial obligatorio -, por el presidente George Bush en septiembre de 2002. En realidad, la estrategia de dominación que el segundo Bush explica detalladamente y sin rodeos en ese texto sagrado, y aplica de modo inmediato en las guerras de Afganistán y de Irak; fue definida antes - aunque de manera menos sistemática: en porciones -; y utilizada por Bill Clinton en la guerra de Yugoslavia. En otra versión formalmente menos agresiva fue continuada después por el presidente Obama (el primer presidente negro, pero de corazón blanqueado, de los EEUU ).

El concepto básico es el de Libertad, la exigencia irrenunciable es la de la “superioridad militar indiscutible de los Estados Unidos ante cualquier país o grupo de países”, y su instrumento permanente es la “guerra mundial antiterrorista”.

Libertad de comercio y de empresa, y guerra permanente contra los pobres: tales son los elementos del pacto de hierro contra el pueblo que evocan, tras los escalones de dependencia que he señalado, los actos del Bicentenario. 

El modelo neoliberal - feliz y eufemísticamente denominado economía de mercado, o economía de libre competencia -, tiene como corolarios principales la privatización de bienes, empresas y servicios públicos, y la “desregulación” de la economía. En tal desregulación - con efectos demoledores en sanidad, educación, medio ambiente, transporte, energía, comunicaciones, etc. -; que implica la desaparición del Estado de la vida económica, tiene un lugar preferente la liquidación de los derechos de los trabajadores.   La Cádiz desindustrializada y desempleada, una de las “patrias” locales del ladrillo; de la recalificación de suelos, tierras, aires, aguas dulces y mares públicos, y de su entrega a bajo precio o a coste cero a la especulación inmobiliaria, sería canonizada como el símbolo de la nueva economía: “industria turística y ladrillo, todo privatizado”.   


2.- Integración político-militar en el Imperio: “Rota Oriental Spain norteamericana”  El segundo objetivo del Bicentenario fue el de reafirmar la absoluta “vinculación atlántica“: la “apuesta otánica” de España.

 La relación con la OTAN y la obediencia a Washington se ha convertido en una estructura rígida: estratégica, política, ideológica, militar, económica y armamentista. Eso implica la subordinación absoluta del Gobierno de turno a la política imperial de los EEUU.

Como los políticos alardean siempre de patriotismo y lo vocean como soberanía, tal política vasalla aparece frecuentemente camuflada. La subordinación a Washington es mediatizada a través de un cristal transparente: la política exterior de la Unión Europea. Sin embargo, la coartada para la sumisión no sirve. Han sido los propios líderes europeos quienes han afirmado, una y otra vez, que Europa sólo consigue definir una política común cuando adopta la del “compromiso incondicional con Washington”.

La obediencia al departamento de Estado y al Pentágono, la “solidaridad atlántica”, es la única política exterior de Europa. Lo sabía muy bien Javier Solana, que saltó de la Secretaría General de la OTAN durante la guerra de Yugoslavia al cargo de Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE. Cuando Bush proclamó la victoria sobre Irak desde el portaaviones Abraham Lincoln, un Solana cómplice presentó a la Cumbre de Salónica el documento: Una Europa segura en un mundo mejor, sobre la estrategia de seguridad europea que copiaba literalmente la Nueva Estrategia de Seguridad de los EEUU.
 Años después la cúpula militar española repetía, palabra por palabra y de la mano del falsimédico Antonio Caño, las ideas que componían el discurso militarista de Washington .

  Cádiz base geoestratégica de acción múltiple, base logística avanzada, centro de proyección militar en el Mediterráneo, el Magreb, el Gran Oriente Medio y el continente africano, es, tal vez, la expresión más acabada de ese servilismo que impregna la política exterior e interior española y ha convertido en un discurso grotesco toda proclamación de soberanía.

 Cádiz ya no es sólo la base de Rota y la vergüenza del referéndum de 1986. Eso, uno de los engaños y de las manipulaciones de la “opinión pública” más definidores de la Transición y de sus fuerzas políticas, ha quedado atrás porque ha sido “desbordado” ampliamente. Poco a poco primero, a grandes zancadas después, Cádiz se ha convertido en una de las estructuras más importantes de la proyección militar de Estados Unidos para llevar a cabo las presentes y futuras guerras del Imperio. 


Cádiz zona de guerra, Cádiz mercenaria 

¿Qué van a hacer de tu mar?¿Qué en tus campos van a hacerte?Un camino militar.Un puerto para la muerte,¡Ay Rota de pescadores.Rota de blancos veleros!Se abren ya tus miradores a un cielo y mar extranjeros. (Rafael Alberti) 

El miércoles 5 de octubre de 2011, el entonces presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, en visita no anunciada a Bruselas y en conferencia de prensa con el nuevo Secretario de Defensa León Panetta (que había dirigido la CIA hasta el ascenso a Jefe del Pentágono), con la presencia silenciosa de Rasmussen, Secretario General de la OTAN, anunciaba con el júbilo idiota que le caracterizaba que España “había ofrecido la base de Rota” como sede del componente naval del “escudo antimisiles” de la OTAN. La noticia completa había sido filtrada a El País para que la publicase en su edición digital ese mismo día. El “líder de la oposición” (así denomina el régimen español, políticos y medios de comunicación, al otro polo del bipartidismo estructural) había sido informado y había aceptado, en principio, el acuerdo.


Rajoy se reservaba la capacidad de “negociar los detalles” tras unas elecciones en las que relevaría a Zapatero. Naturalmente, con el apoyo asegurado del presidente saliente y de su partido, el nuevo presidente tendría las “manos libres” para avanzar sin contratiempos en otra cesión de la soberanía y en la implicación del Estado español en las aventuras genocidas del Imperio, especialmente en la ejecución de su proyecto para el Gran Oriente Medio (que incluye los países árabes, Irán, Turquía, Israel, Pakistán, Afganistán y todo el norte de África).

El papanatismo de Zapatero - que despreciado por Bush, había encontrado en Obama el amor trasatlántico al que entregarse -; no tenía, sin embargo, fronteras geográficas ni de derecho internacional ni de derecho humanitario. Al justificar la integración española en el “escudo antimisiles” de los EEUU (asumido obedientemente por la OTAN en virtud del principio de la “solidaridad atlántica”), se refirió a la amenaza que suponían para nosotros dos países con los que España no ha tenido conflicto alguno: Corea del Norte e Irán. Zapatero aceptaba con ello futuros compromisos militares contra estos países, del tipo que ordenase Washington . Zapatero hacía una declaración de guerra demorada y subordinada a una orden superior.
 
El nuevo acuerdo con los EEUU supone el despliegue permanente de cuatro grandes destructores de la clase Arleigh Burke (o cruceros de clase Ticonderoga), dotados con el sistema de combate Aegis, especialmente diseñados para la guerra contra misiles balísticos, pero también para integrarse en una compleja red de control de un escenario de batalla. La dotación de cada uno de ellos es de unos 350 hombres .

Varias informaciones complementarias apuntan a que lo que ha ocurrido no tiene nada que ver con la “anticipación de una amenaza” (como sugieren las dos caras del bipartidismo español); sino que es la conclusión “necesaria” de la intervención de las FF.AA. españolas - y las de varios países europeos -, en la guerra contra Libia.   Zapatero especula con el “suelo patrio” 

La primera de ellas viene del propio Zapatero quien en el momento de “comunicar” que ha tomado una decisión de esa envergadura afirma: “El CAOC que acogerá la base de Torrejón va a formar parte del sistema de mando y control aéreo en el que se integrará la defensa antimisil que la Alianza va a poner en marcha”. Es decir: Torrejón con su Centro de Operaciones Aéreas Combinadas y Rota con su “componente naval” del “escudo antimisiles”, son los dos eslabones de una misma cadena.

El Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de Torrejón, según había sido anunciado en el pasado mes de junio por el director adjunto de Planificación y Política de la Alianza, Patrick Wouters, tendría capacidad “incluso para dirigir operaciones como las que la Alianza ha realizado en Libia”.
 Así pues, Torrejón, en red con el centro de Uedem en Alemania, y bajo la dirección del mando aliado de las operaciones aéreas en Ramstein (también en Alemania), será uno de los nudos fundamentales para controlar o dirigir las operaciones aéreas y antimisiles en un escenario de batalla situado en el Mediterráneo o en el norte de África. Una parte muy importante de los componentes aéreos y navales para los próximos conflictos lanzados por Washington tendrán como bases operativas y logísticas las de Morón y Rota.

Es evidente que Zapatero, ahogado por la crisis y por las exigencias de la “oligarquía patria”, no puede recibir la anhelada palmadita de Obama más que “entregando Rota, Morón, y Torrejón” (o lo que es lo mismo, la seguridad de todo el país y sus relaciones con otros países) al amigo norteamericano y a su sistema de guerra preventiva y permanente contra los pueblos.   


Washington reclama un “esfuerzo militar común” 

La otra información nos llega de los dos últimos secretarios de Defensa de los EEUU: Robert Gate y el ya mencionado León Panetta.

El día 11 de junio, en plena intervención militar contra Libia, Gate había bronqueado públicamente a los líderes europeos por las dudas, la ineficacia y la parquedad mostradas en la utilización de sus fuerzas de combate. Días antes se había referido a algunos países, entre ellos España, por “no contribuir tanto como podrían al esfuerzo común”. 

Por su parte, Panetta, al finalizar la “guerra de Libia” hace un repaso de la intervención europea en la misma y frena con aspereza el autobombo de Sarkozy, Cameron, Merkel, Berlusconi y otros comparsas menores: “la campaña libia no hubiera despegado ni se hubiera llevado a cabo sin la aportación inicial de los EEUU”. A continuación se refiere a las insuficiencias de la Alianza - es decir, de la parte europea de la coalición -, que han de cubrirse para que en el futuro puedan realizarse esas operaciones. Panetta, formalmente menos duro que Robert Gates, no perdona dudas ni negligencias: a la guerra se va con todas las consecuencias. Tampoco sugiere: ordena.



En primer lugar: “No podemos permitir que los países tomen decisiones por sí mismos sobre reducción de fuerzas sin comunicarlo a sus vecinos y aliados”. Así pues, el Jefe del Pentágono, bloquea de raíz todo sueño de retirada de las FF.AA. españolas de Afganistán .


En segundo lugar - afirma Panetta -; hay insuficiencias que Europa debe cubrir. Entre ellas, y como capacidad fundamental no cubierta, advierte: “sobre todo faltan capacidades cruciales: aviones nodriza y plataformas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, como los aviones no tripulados”. “Sin esas capacidades - cubiertas en muy buena parte por los EEUU -, hubiese resultado muy difícil lanzar y mantener la operación en Libia”.


Hace pocos días se hacía pública la decisión de la OTAN de invertir 3.000 millones de euros en drones, para mejorar las capacidades operativas en el sentido en el que habían ordenado los EEUU .   Un “complejo militar-industrial” quebrado en un país en quiebra 

El ahora expresidente del Gobierno filtró durante aquellos días , también a través de El País (verdadero órgano Pentagonal en España), el contenido de tres informes que el entonces Secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, había enviado al Congreso.


La deuda del Ministerio de Defensa - provocada por los compromisos adquiridos por los Programas Especiales de Armamento -, actualizada en su coste suponía una cantidad que oscilaba, según el abanico de previsiones, entre los 31.600 y 36.800 millones de euros. Una cantidad tan brutal que resultaba impagable. Para más bochorno, la deuda impedía toda modernización posterior en un plazo mínimo de 20 años y hacía imposible sufragar los gastos de mantenimiento de los equipos adquiridos. Colapso total, entonces.


Si se compara la deuda de Defensa con otras partidas de los enormes recortes presupuestarios que están ahogando y desestructurando el país, y condenando al paro, a la pobreza y al desamparo a millones de trabajadores, podemos entrever el impacto social, en una situación de crisis catastrófica como la que sufrimos, de los gastos militares.


El panorama resulta enormemente esclarecedor sobre los verdaderos intereses de la oligarquía española y sobre sus correspondientes alianzas y aventuras internacionales. Basta señalar - para apreciar el coste de la sumisión a Washington y de la paralela potenciación de un subimperialismo español subordinado -; que el mismo Zapatero había realizado un recorte presupuestario de 10.000 millones de euros en el año 2011, y que Rajoy ha evaluado la necesidad de un nuevo y brutal ajuste para este año en una cantidad de unos 40.000 millones, similar a la de la deuda de los programas militares.


Para poder apreciar la grave irresponsabilidad de nuestros políticos y el manejo del poder por los grupos empresariales, hay que recordar que los enormes contratos de armamento han sido la enorme fuente de euros que ha servido para privatizar la industria de armamento y encajarla en consorcios internacionales.  La retaguardia colonial 

La incorporación incondicional a la guerra preventiva, escalonada y encubierta que están realizando los EEUU en muchos países del mundo, exige la preparación de la “opinión pública”, el engaño y el chantaje de los ciudadanos.


El primer elemento a manejar en esa búsqueda de la conformidad de ciudadanos pasivos es la generación continua de miedo. El propio Zapatero despejó las dudas sobre su intención de utilizar este elemento del miedo para la manipulación de las conciencias y las emociones. Cuando justificó la “oferta” de Rota para el emplazamiento de la “componente naval del escudo antimisiles” lo hizo apelando a “la amenaza nuclear” de países como Corea del Norte o Irán. La contradicción es evidente: por un lado afirma que ese “escudo antimisiles” que va a tener su base en Rota no “va dirigido contra nadie”; por otro, apunta y señala como enemigos a los países que señala Washington. De hecho, un Zapatero ya en fuga se coloca - y nos coloca a todos - en la misma situación de indignidad que Aznar en los meses previos al ataque y ocupación de Irak.

 El segundo elemento es el de aprovechar la angustia económica y el desempleo masivo que está causando la crisis para justificar, por el lado económico, la cesión de soberanía y de dignidad. El Gobierno se apresura a “informar” que la nueva cesión de Rota y su entorno para las operaciones de guerra de los Estados Unidos “generará unos 300 empleos directos y hasta 1.000 indirectos en la Bahía de Cádiz”. Meses antes, una visita del embajador de los EEUU en España, Alan Solomon, a los astilleros Navantia es aprovechada para insinuar que la reparación de buques de la VI Flota puede aumentar la carga de trabajo en sus tres factorías de Cádiz. El deprimido sector naval podría avistar, de este modo, una salida parcial de la crisis.


La conversión, no sólo de la base de Rota sino de toda la Bahía de Cádiz, en una zona fuertemente militarizada al servicio de una superpotencia agresiva e imperial, es la opción que han pactado los políticos de la Transición y que va a irrumpir dramáticamente en este año del Bicentenario.


La nota tragicómica de esta incorporación al gran desfile atlantista la ha puesto la alcaldesa de Rota rememorando los tiempos mejores del pueblo, saturado de burdeles y marinos yanquis borrachos, con la próxima llegada de 3.400 norteamericanos. Eva de los Corrales ha ofrecido públicamente al embajador Salomon la realización de un “plan de fomento de los recursos turísticos”, para que todos los militares residentes en las bases de centro y norte Europa puedan utilizar las costas del municipio como lugar para sus vacaciones familiares .  


La preparación del Gran Abrazo entre la Bahía de Cádiz y el poder imperial de los EEUU, se ha realizado en los últimos años con la celebración de exhibiciones aéreas en la Playa de la Victoria en la que se mostraban a decenas de miles de personas algunos de los nuevos aparatos y técnicas de combate utilizados en las “guerras humanitarias”.    

   3.- El imperialismo español en América Latina: Dice el Borbón: ¿Por qué no te callas?  El tercer objetivo planeado para la gran conmemoración del Bicentenario fue el de apoyar la construcción de un subimperialismo subordinado al gran imperialismo global, que facilite la proyección empresarial de las multinacionales con capital español en América Latina. Fundamentalmente empresas energéticas, petroleras, gas natural, bancos, de comunicaciones, mineras, de explotación de recursos naturales como el agua, construcción, transportes, industria química, servicios, inmobiliarias, hostelería y medios de comunicación.


En el proyecto de estado del Bicentenario, 2012 tenía que ser el año de la América Latina integrada y representada en las Cumbres Iberoamericanas. La presidencia correspondería, en Cádiz, al Rey Juan Carlos de Borbón y Borbón, que ya la había ejercido, no sin dificultades, en las cumbres de 1992 en Madrid, y de 2005 en Salamanca.


La América insurrecta que presentó diputados a la Cortes de Cádiz y que transmitió después el primer grito de rebelión a toda la América española, sería reconducida otra vez al redil de una especie de Commonwealth hispana, tan rancia y casposa como la propia monarquía borbónica. La abrupta y grotesca puesta en escena de este proyecto neocolonial tuvo lugar en el año 2007 en la Cumbre de Santiago de Chile.


Todavía puede verse en la Red aquel discurso infame de Zapatero en el que pretendía dar lecciones de Historia grande a los presidentes latinoamericanos asistentes a la Cumbre. La Historia -venía a decir con fruición el jefe del Gobierno español-; fue creada, mascada y condensada por el Occidente creativo para alimento de políticos tercermundistas.


Todavía los españolitos de a pie podemos ver con pasmo y vergüenza, propia y ajena, aquel cínico, melifluo y enfático discurso de la indiferencia entre lo público y lo privado, que trataba de encubrir y de potenciar el nuevo saqueo de las transnacionales españolas en América Latina. Zapatero le daba cobertura diplomática en la Cumbre al feroz discurso injerencista, cuya cobertura política y mediática realizaban sin pudor alguno Aznar, el propio Zapatero y todos los medios de comunicación importantes que integran esa transnacional de la comunicación y de la manipulación de la opinión pública que se llama Falsimedia.


Todavía se puede ver el dedo acusador del último de los Borbones que señala iracundo al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dando orientación precisa a un tronante ¡tú! acusatorio, antes de ordenar aquel indigno ¿Por qué no te callas?


Más próxima, la fracasada Cumbre de Asunción de 2011, en la que la ausencia de 11 jefes de estado y la indignación y el abandono temporal del plenario del presidente de Ecuador, Rafael Correa, ante la presentación de informes sobre América Latina de representantes del Banco Mundial y de la OCDE, presagia que la imposición de un escenario neoimperialista como el que preparaba la celebración oficial va a ser absolutamente imposible. América Latina busca nuevas instituciones unitarias al margen de la potencia imperialista e injerencista del momento: los EEUU; y al margen también de antiguas potencias coloniales, como España, que no ha sabido mantener un estatus fraternal y solidario, y ha optado por ocupar posiciones intermedias y subordinadas al país, que sigue considerando que América Latina es su patio trasero.   4.- Una Nueva Transición para continuar la fiesta otros 34 años. 

El gran “proyecto de estado” del Bicentenario de la Constitución de 1812, incluía como objetivo estratégico fundamental la proclamación del triunfo histórico del régimen derivado de la Transición, y el fortalecimiento de la Monarquía como institución fundamental, eje de poder y clave de bóveda de una constitución rígida que sólo pueden cambiar los beneficiarios económicos y políticos del sistema.


El “constitucionalismo” había nacido en 1812 y se había consagrado como sistema democrático pleno en 1978. La vieja historia, trasto inútil, quedaba cerrada. Tal era el discurso oficial matizado por los “partidos del turno” que se regodeaban en las peleas menores que encubrían un consenso fundamental.


El sistema parlamentario, corregido por la presencia de un Monarca con “poderes especiales” extraordinarios, especialmente en la jefatura sobre las FF.AA., podría considerarse como el terreno jurídico propicio y permanente para la perpetuación del poder de la oligarquía económica. Esta oligarquía había vaciado de contenido democrático al sistema político y gobernaba con mano férrea el sistema de partidos, su alternancia en el poder, y los mecanismos de creación de la “opinión pública”.


En la medida en que se producía una progresiva e inevitable quiebra del sistema parlamentario cerrado y de la institución monárquica, muy frágil por sus orígenes franquistas, su complicidad documentada con los últimos crímenes de la dictadura, y por su vinculación directa con procesos de corrupción, el proyecto del Bicentenario cierra filas y trasforma la intención apologista en otra meramente defensiva.


 Es muy probable que el proyecto haya derivado hace un año o dos hacia la presentación pública de una Segunda Transición, con una abdicación de un Juan Carlos I de prestigio mucho más que tambaleante y una reforma constitucional que limite alguno de los poderes del monarca. Los últimos acontecimientos que han rodeado a la monarquía han hecho muy difícil este camino que sólo sería posible con una institución sólida e incuestionada.    * * * 

5.- La quiebra total y la adaptación del proyecto: 2012, un año peligroso   El fracaso de algunos de los objetivos del Bicentenario y el grave cuestionamiento de otros, así como el descalabro del proyecto neoliberal en su conjunto, han llevado al Gobierno a intentar salvar los muebles de la conmemoración en la medida de lo posible.


El proyecto común PP-PSOE (con la aceptación casi unánime del “arco parlamentario”) se ha agrietado profundamente, si bien el “primer partido de la oposición” ha asumido el papel de garante responsable de las políticas de Estado. Entre ellas -por supuesto-; el mantenimiento del sistema económico capitalista, el régimen político, el sistema institucional (incluyendo la Monarquía), las alianzas político-militares, la integración en Europa y en la Alianza Atlántica, y la concepción subordinada de la política exterior como la única posible en una “provincia” del Imperio.


Las líneas estratégicas siguen, pues, vigentes; aunque su proyección pública está condicionada por el grado de rebeldía de una ciudadanía que está empezando a atar cabos. Los de la crisis económica catastrófica con los del deterioro irreversible de la democracia. Los de la corrupción con la evidencia de que existe una oligarquía empresarial, financiera, tecnocrática, política y mediática que ha sustituido al pueblo y que gobierna en su propio beneficio.


El descalabro del régimen de la Transición, con todos los poderes y niveles del estado (legislativo, ejecutivo, judicial, poderes autonómicos y locales), es ya visible incluso para los más ciegos. El aparato de propaganda en que se han convertido los grandes medios de comunicación formalmente “públicos” y privados (Falsimedia), instrumento de control ideológico y de creación de “opinión pública” al servicio de los poderosos, no consigue taponar los escándalos ni evitar el cuestionamiento profundo de las bases del sistema.


La corrupción primero, y la gestión de la crisis económica después, en una situación de crecimiento masivo de la pobreza y de la exclusión social, y de consolidación de los mecanismos de generación de una desigualdad creciente, escandalosa y criminal, están deteriorando profundamente la hegemonía de las clases dominantes.


La llegada al Gobierno del PP ha supuesto el descenso de un escalón más en el proceso de ajuste oligárquico de la crisis. Del “socialismo liberal” de un Zapatero que preparó el camino para la liquidación de los derechos de los trabajadores, la privatización de los servicios públicos y la destrucción del patrimonio social, hasta el capitalismo duro y el neofascismo todavía encubierto en el discurso “integrador” de Rajoy, hay un paso hacia el abismo.


Varios hechos han marcado ya el “tono político” de las conmemoraciones oficiales y también el bloqueo preventivo de cualquier manifestación popular alternativa o de protesta.


El primero de esos hechos fue el desalojo policial del edificio Valcárcel que se había convertido en el escenario de asambleas, conferencias, mesas redondas, talleres y todo tipo de actividades promovidas por los colectivos sociales de Cádiz. El Valcárcel -único lugar gratuito de encuentro en una ciudad en la que los espacios públicos se tarifan a precios inalcanzables, se han privatizado masivamente o han sido ocupados integralmente por los actos del Bicentenario-; se había convertido en una especie de “cuartel general del pueblo”, algo absolutamente inadmisible para unos políticos cuya función principal ha sido desalojar a ese pueblo de todos los centros de decisión, de debate y de presencia pública colectiva.


El segundo fue, de nuevo, la ocupación policial ilegal, con el desalojo violento de la Facultad de Filosofía y Letras - porrazos a mansalva, alguna cabeza rota, detenidos y fichados -, durante una conferencia sobre la Libertad a cargo del jurista Grande-Marlaska. Varias decenas de personas del movimiento 15M habían acudido a contrastar y debatir con el juez de la Audiencia Nacional los conceptos y las prácticas sobre la libertad que se estaban manifestando en la vida social, económica y política del país, y de la propia ciudad de Cádiz. La respuesta ciudadana ante el atropello fue inmediata y, por el momento, los detenidos han sido puestos en libertad sin cargos. Sin embargo, la protesta de las autoridades académicas por la entrada no requerida de la policía, y de algunos partidos políticos por el empleo a todas luces desproporcionado de la fuerza, no llegó hasta el punto de promover una investigación judicial y exigir responsabilidades.   El “nuevo asedio” de Cádiz 

El Cádiz real y el Cádiz simbólico que va a rememorar el Bicentenario de La Pepa va a sufrir una situación de asedio similar a la que tuvo lugar mientras se elaboraba la constitución de 1812.

Tal situación se va a ir definiendo en los propios actos que promueve el gobierno.

En primer lugar, el bloqueo o la prohibición de cualquier acto público de contestación a la política económica del gobierno, al carácter antidemocrático de los poderes que en todos los planos dirigen realmente al país, y al fracaso total del régimen político, antipopular, corrupto y cerrado, de la Transición.


En segundo lugar, Cádiz, como todo el país, sufre el asedio de las instituciones europeas e internacionales materializadas en el Banco Central Europeo, el FMI, y todos los órganos de gobierno de la Unión Europea. Con la complicidad de los gobernantes españoles han generado una crisis económica catastrófica y han secuestrado la soberanía sometiendo al país a un brutal ajuste. La política económica avalada por esas instituciones va a condenar a una parte enorme de la población al paro, a la indigencia, a la reducción generalizada y drástica de los salarios, a la pérdida de todos los derechos laborales, a la privación de un futuro digno, a la precariedad indefinida y a la marginación social.


El tercer elemento del asedio a Cádiz viene dado por la integración forzada del país entero, de Andalucía y de la Bahía gaditana, en un sistema militar agresivo, que utiliza la guerra como instrumento de poder, de saqueo económico y de sumisión de los pueblos. Cádiz se presenta ante su entorno mediterráneo y africano como una enorme base militar que mantiene una enorme amenaza. El Cádiz generador de libertad y de soberanía es ahora, como decía certeramente Alberti, “un camino militar y un puerto para la muerte”.


Finalmente, el Cádiz oficial, en una ciudad asediada y cerrada a cal y canto por servicios policiales y de seguridad, va a ofrecer una grotesca ceremonia de humillación a la América Latina que envió diputados a las Cortes, que participó en el proceso constituyente de la Pepa y que convirtió aquella constitución en una palanca para la primera independencia. El Gobierno ha preparado la escenificación, durante el Encuentro Iberoamericano de noviembre, de una nueva propuesta de dependencia neocolonial que incluye la subordinación a los EEUU como potencia global y como suprapoder económico y político en el continente americano. 

* * *  Cádiz, humillada en su memoria de siglos, recuerda sus repetidas gestas de libertad y las reiteradas y largas tragedias de represión. Ahora observa la nueva farsa festiva, patriotera y reaccionaria que se ha levantado para coronar un año que se presenta terrible dentro y fuera de sus murallas.


Desde la mar siguen llegando noticias de rebelión; como rumores o como rugidos, con las olas y las rompientes; desde países lejanos, en el mar que la ciudad cierra hacia el Este y en el mar que abre hacia Poniente. Son los pueblos ocupados, intervenidos o acosados por el nuevo imperialismo global y por el viejo colonialismo resurgido.


Desde tierra también están llegando, a la Cádiz sitiada, noticias de desasosiego, de sufrimiento y de revuelta, reclamos de revolución social, demandas de soberanía, runrunes que van definiendo y levantando, poco a poco, un nuevo grito constituyente.   

Antonio Maira es Capitán de Fragata de la Armada. Ex miembro de la Unión Militar DemocráticaPolitólogo y analista en medios alternativos


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   1.  o “Predicción no astral sobre La verdadera historia del año del postrero y largamente esperado ‘autoexilio’ de los Borbones”.  

2. El Cádiz, la “tierra firme” estaba y está muy lejos: más allá de la Isla de León (San Fernando) y el Puente Zuazo, en 1812; más allá también del Puente Carranza y del Puerto de Santa María en los inicios del “año de gracia” de 2012. Los adoradores del ladrillo, las constructoras, el turismo de masas, y los “cruceros de lujo”, añadirían eufóricos que una “afortunada coordinación” entre el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Gobierno, nos proporcionarán otro hermosísimo puente, el de La Pepa, realizado a golpes de inversión pública rescatada in extremis de los recortes de la crisis. 

 3.  En el invierno 2009-10, dos trombas marinas destrozaron cristales y arrancaron techos y ventanas a lo largo de todo el paseo marítimo. En el mismo invierno, las sucesivas tormentas marinas hicieron desaparecer un incipiente rompeolas, construido con enormes bloques de piedra, con el que la alcaldesa Teófila Martínez había querido “civilizar” la Playa de la Victoria. Las piedras de la alcaldesa que quiso hacer de Cádiz la “Venecia del Atlántico”, fueron pulverizadas por la mar. Ni rastro queda.  

4. “Patriotas” y “serviles” fueron, a partir del retorno de Fernando VII, los defensores de la Constitución de 1812 y los partidarios del absolutismo.  

5.  Los objetivos de los llamados “asuntos de Estado” o “proyectos de Estado” suelen ser semiencubiertos; los principales entre ellos: encubiertos, sin más. Su sustancia reside en pactos expresos o tácitos para alcanzar fines que no se discuten ni se plantean en los procesos electorales, ni están sujetos a ellos. Lo veremos en el caso del Bicentenario cuyos objetivos alcanzan nada menos que al sistema económico, el sistema político, el institucional y el ideológico. El Bicentenario de la Pepa que estaba concebido como una exaltación, una apología descarada, del neoliberalismo y de la Transición (Monarquía incluida), y de las alianzas internacionales de España (UE, EEUU, OTAN), se ha convertido ahora en una verdadera batalla contra el pueblo.    Otro ejemplo de “asunto de Estado”: desde la explosión de la crisis económica catastrófica a mediados de agosto de 2007, los resultados electorales y los Gobiernos que gestionan la crisis están prefijados por la oligarquía que nos ha llevado a ella y que pretende mantener sus privilegios y negocios a costa del empobrecimiento general. En las elecciones del 2008 la Patronal eligió al Zapatero de los “servicios asistenciales” en lugar del Rajoy de “la Niña de Rajoy”. El conflicto social inevitable necesitaba de un cortafuegos y, en ese papel, Zapatero era inmejorable. Por cierto, en aquella campaña electoral, celebrada 8 meses después de estallar la crisis, ninguno de los candidatos dijo una sola palabra sobre ella: eso era, sí señores, “política de Estado en estado puro”: definida por poderes antidemocráticos y ejecutada por puros “gestores políticos intercambiables”. 

6. La vicepresidenta del Gobierno, de Rajoy, Soraya Sáenz de Santa María, asumió el pasado 10 de enero la Presidencia de la Comisión Nacional del Bicentenario.  

 7.  http://merln.ndu.edu/whitepapers/USNSS-Spanish.pdf   

8. El blanqueo de una élite negra obediente fiel a la oligarquía que gobierna los EEUU no fue iniciada por el partido demócrata. Los republicanos colocaron antes –nada menos que de Secretario de Estado-, a Colin Powell, un general que se había ganado los laureles en el asalto a Panamá y, posteriormente, en la primera guerra de Irak, aplicando siempre la “doctrina Powell”: el uso de la “máxima fuerza” que asegure una victoria con el mínimo posible de bajas propias. Powell “engañó” al Consejo de Seguridad durante la fase previa a la guerra y ocupación de Irak, enseñando un frasquito para mostrar la existencia de fábricas móviles de ántrax, e inventando la importación de uranio enriquecido para la fabricación de armas nucleares. El perro de la guerra Powell podría haber sido el candidato a la presidencia.A mitad del segundo mandato de Bush, Condoleezza Rice estuvo a punto de ser nominada como candidata a la presidencia. Era perfecta para ello: había sido experta en la designación de blancos para un “primer ataque” o una “represalia nuclear”, durante la última fase de la guerra fría. Como Powell se “integró” en la “élite de poder” como miembro del Consejo Nacional de Seguridad. Fue también Secretaria de Estado durante los últimos cinco años del gobierno Bush.   
9. El nuevo poder militar. Antonio Caño. El País, 29 y 30 de mayo de 2006.http://www.rebelion.org/noticia.php?id=32863&titular=discurso-pentagonal-en-los-políticos-y-en-las-fuerzas-armadas-españolas- 

10.   Lo cual no es asunto baladí, ni mucho menos. En las últimas semanas Washington asume con naturalidad la inminencia de un ataque de Israel a Irán, y la “necesidad derivada” de que EEUU y sus aliados participen en el conflicto. La posible guerra contra Irán habría seguido, paso a paso, el diseño estratégico de la guerra contra Irak, de la misma manera que la desestabilización de Siria sigue un esquema similar al de Libia.  

11.  El 20 de febrero, casi terminado este artículo, El País detalla fechas de llegada de los buques, la identidad de los mismos y el proceso legislativo que autorizará lo ya decidido: http://politica.elpais.com/politica/2012/02/20/actualidad/1329728150_330480.html  

12.  Como veremos inmediatamente, Zapatero no solo entrega territorio y soberanía para cubrir su “cuota cooperativa” para cubrir los gastos militares del Imperio,  sino que convierte a España en un país mercenario y como tal dispuesto a la “guerra por encargo” o a la “guerra a la orden”. El pueblo español, engañado sistemáticamente por su oligarquía y por los medios de comunicación,  se convierte en cómplice y rehén de una política genocida dirigida contra los pueblos que no obedecen las órdenes de Washington. 

13. Inmediatamente después de su toma de posesión el nuevo ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha retrasado seis meses, al menos, la retirada de tropas de Afganistán y ha afirmado que no habrá retiradas unilaterales.  
14. http://www.cubainformacion.tv/index.php/mundo/64-mundo/41720-la-otan-invertira-3-000-millones-de-euros-en-drones-para-vigilancia-en-europa  
15. http://politica.elpais.com/politica/2011/10/11/actualidad/1318364691_653876.html  
16. http://politica.elpais.com/politica/2011/10/09/actualidad/1318190331_378011.html

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA

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