29.febrero del 2012.
En estos últimos días, esta pregunta la estamos oyendo iinsistentemente en nuestro ámbito de trabajo, en tertulias de amigos, en tertulias mediáticas, siendo muchas las voces que se levantan con una tibieza de duda o negación de su efecto directo. “Total, con un día de huelga, ¿Qué se va a conseguir?”
Esa misma pregunta, que hoy en 2012 está presente y desasosiega, se la han venido haciendo miles, cientos de miles de trabajadores, a lo largo de nuestra reciente historia que desconfiaban en la fuerza social de la misma y suponía un ataque a su supervivencia familiar y laboral.
Si ell@s en el s.XIX, nosotros en el s.XX, no hubiéramos tenido la fe y el valor para llevarlas a cabo, hoy en el s.XXI, seguiríamos teniendo las condiciones sociales y laborales de la Edad Media. Porque ¿Cuándo la patronal de “motus propio” ha decidido mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores? Los derechos adquiridos de estos, no se lo los han regalados, sino conseguidos a costa de luchas en las que much@s se fueron dejando girones de vida, cuando no, la vida misma.
La historia y la experiencia nos demuestran que tales derechos, no se consiguieron a renglón seguido de pedirlos y que much@s de los que iniciaron esas reivindicaciones, desgraciadamente, no pudieron disfrutar el goce de las mismas, sino que somos nosotr@s sus berneficiari@s.
Mi respuesta a la pregunta inicial es que los derechos No se consiguen de un día para otro, pero Sí se pierden, con un sólo tijeretazo,
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