UNIR A TODA LA CLASE OBRERA PARA LUCHAR POR SUS DERECHOS Y POR EL AVANCE HACIA UNA SOCIEDAD SOCIALISTA
http://www.unidad-obrera.org/
1.- Descripción de la actual fase económica y del papel que el sindicalismo actual está jugando en la misma.
Antes del estallido de la actual crisis capitalista de sobreproducción, en el Estado español hemos estado viviendo una fase expansiva en la cual la oligarquía financiera ha recurrido a una serie de medidas que, sin poner nunca en riesgo su dominio económico sobre las ramas más importantes de la economía, y manteniendo por tanto su elevada ganancia monopolista, ha influido sobremanera en el desclasamiento ideológico y la alienación de amplios sectores obreros (abandono de las concepciones de clase en sí y clase para sí), que generaron el espejismo de la posibilidad de participar de manera estable, o incluso gradual, en el proceso de acumulación capitalista.
Estas medidas se resumen en:
1º: La distribución temporal de una parte del excedente a la clase obrera, lo cual ha provocado un aumento de la demanda interior.
2º: La promoción de sectores obreros como pequeños y medianos empresarios, que llegaron a acumular una cierta cantidad de capital.
No obstante, la crisis capitalista ha disipado esas falsas esperanzas y ha devuelto a las masas a la cruel realidad: cierre de empresas o reducción sensible de la producción de mercancías; crecimiento en masa del paro forzoso; descenso brusco del nivel de vida de los trabajadores y las trabajadoras; alteración del comercio; desequilibrio de las relaciones monetarias y crediticias; quiebra de firmas industriales, comerciales y bancarias; proletarización de la pequeña burguesía...
Y, en un gesto de supremos cinismo, la oligarquía propone como salida de la crisis la apertura de un nuevo ciclo de reanimación y auge, pero siempre en el marco capitalista, la elevación del grado de la explotación de los trabajadores y las trabajadoras, o lo que es lo mismo, aumentar tanto la extracción de la plusvalía absoluta (por ejemplo, prolongando la jornada de trabajo) como la plusvalía relativa (aumento de la productividad, o más claro, los ritmos de trabajo).
Este ciclo económico -de crisis y depresión profunda del capitalismo- coincide, como hemos señalado, con un momento histórico caracterizado por una etapa de reflujo en el grado de desarrollo de la conciencia de la clase obrera y, por ende, en su voluntad de lucha.
A la momentánea debilidad de las organizaciones que defienden una propuesta revolucionaria, que implica la superación del sistema capitalista, se suma -en el ámbito sindical-, la integración y asunción como propio por parte de las organizaciones sindicales de masas, de ese mismo sistema. Sus cúpulas, desde hace décadas y paulatinamente, han entrado en la lógica de legitimación del actual orden de cosas existente.
Generaciones enteras de trabajadores se han incorporado al mercado laboral, se han mantenido en él durante toda su vida laboral, o han sido expulsado del mismo comprobando cómo una pérdida paulatina en sus derechos como tales trabajadores eran asumidas por las distintas organizaciones sindicales de masas sin apenas resistencia.
La clase trabajadora actual ha “aprendido” a asumir con fatalismo y, como algo tan lamentable como irremediable, sucesivas contrarreformas laborales, procesos de desindustrialización, progresivo desmantelamiento de sectores productivos, aumento continuado de la precariedad, elevadas tasas dedesempleo, crecientes sectores de subempleados por horas, competencias o ingresos... mientras, sus teóricos representantes, se instalaban en una dinámica continua de negociación a la baja de sus derechos con los representantes gubernamentales y empresariales, convirtiendo la llamada paz social (renuncia
definitiva a la lucha de clases) como estrategia de desmovilización en la práctica y con el objetivo de legitimar un sistema cuyos “desajustes” pueden ser resueltos en el marco del pacto social y sin cuestionarlo en ningún caso.
Así, las diversas crisis económicas sufridas en las últimas décadas han sido acompañadas por prácticas sindicales en las cuales el único contenido de las agendas sobre las que se discutía con gobiernos y patronal era la magnitud del nuevo grado de depauperación y recortes que se avecinaban para la mayoría trabajadora.
De igual forma, cada uno de los procesos de movilización convocados por las organizaciones sindicales mayoritarias han sido seguidos inmediatamente después por nuevas etapas de claudicación a aumentar, o incluso mantener, el grado de enfrentamiento con los representantes económicos y políticos del
capital, que han traído consigo una pérdida de prestigio de dichas organizaciones entre la clase trabajadora y un lógico recelo a la hora de respaldar sus llamamientos, hecho que ha sido hábilmente aprovechado por la burguesía para inocular entre los trabajadores el discurso de la inutilidad del movimiento sindical y de todas sus organizaciones como herramienta necesaria para defender sus reivindicaciones inmediatas.
Como resultado final de esta dinámica de desmovilización y derrota a la cual ha sido forzada la clase trabajadora y en la que actualmente se encuentra sumida de peor o mejor gana, nos encontramos actualmente, por un lado, con unas organizaciones sindicales mayoritarias que, si bien cuentan con un número de afiliados significativo, están instaladas en la mayor parte de sus estructuras en un marco de complicidad con el mantenimiento del actual orden económico y político, que les impide jugar un papel efectivo en la defensa de los intereses de la clase trabajadora y que se justifican ante ella por la cantidad de servicios y prestaciones asistenciales que ofertan. Por otro, aparecen organizaciones sindicales de clase que, ya sea porque su vocación nacionalista le hace desentenderse de la necesaria unidad en cuanto al marco estatal de movilización y lucha, ya sea porque su insuficiente implantación sectorial ogeográfica les hace tener un respaldo limitado a sus planteamientos por parte de la clase trabajadora, llegamos a la conclusión de que actualmente ninguna de las experiencias sindicales da respuesta suficiente por sí sola a la necesidad de contar con una confederación sindical de clase y ámbito estatal.
Constatamos que esta dinámica suicida de desmovilización y fraccionamiento del movimiento sindical, y que sólo perjudica los intereses de la clase trabajadora, debe ser combatida y, disponerse en clave de superación de la misma es, precisamente, el objetivo de los COMITÉS para la UNIDAD OBRERA(CUO)
2.- ¿QUÉ SON LOS COMITÉS para la UNIDAD OBRERA (CUO)?
Habiendo descrito sucintamente la realidad sindical del Estado, partimos del hecho de que resulta necesaria la puesta en marcha de una alternativa sindical como marco de organización y lucha para el conjunto de la clase asalariada.
Pero esta alternativa no puede dar sus primeros pasos fomentando la división sindical, es decir, autoproclamándose unilateral e idealmente como la herramienta más apurada y definitiva con la que va contar el conjunto de los trabajadores para la satisfacción de sus reivindicaciones laborales y
exigiéndoles, por tanto, pasar a integrar sus filas despreciando automáticamente al resto de organizaciones sindicales existentes y enfrentando como oponentes y elementos ajenos a la lucha obrera a quienes mantengan su afiliación en las mismas.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) no nacen, por tanto, con la voluntad de erigirse desde un primer momento como un nuevo sindicato, ni como una confederación o coordinación de los mismos. Es un proyecto que pretende abrir un nuevo espacio en el seno del movimiento obrero y que, paulatinamente, vaya acogiendo a un número creciente de trabajadores en torno a propuestas de análisis y de acción sindical que tiendan a denunciar la paz social y las prácticas claudicantes de las cúpulas de las organizaciones sindicales. Es un proyecto transversal que, igualmente, pretende unificar a los trabajadores por encima de estructuras sindicales ya existentes.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) son, por tanto, un esfuerzo colectivo de la clase trabajadora y para la clase trabajadora. Un proyecto que no nace para enfrentar a los trabajadores por la defensa de unas siglas sindicales determinadas, sino para unificarlos por encima de las mismas y para organizarlos junto a quienes hasta ahora no se han vinculado a ninguna de ellas.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) pretenden, por tanto, estar presentes, organizarse y unificar a trabajadores de distintos sindicatos, a trabajadores sin filiación sindical, y su objetivo principal es lograr el mayor grado de unidad de análisis y acción de todo el sindicalismo de clase.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) quieren constituirse en un movimiento sindical de intervención sociopolítica, es decir, estar presentes en las movilizaciones que puedan desarrollarse en otros ámbitos que no sean de estricto carácter laboral.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) no son un sindicato, sino un foro de propuestas y acción sindical como resultado del análisis previo, y cuya actuación está abierta al conjunto de los trabajadores. Pretende intervenir a través de la influencia que sus análisis y propuestas puedan ir generando entre
el conjunto de la clase trabajadora. Para ello podrá organizarse en asambleas de base, territoriales, de empresa o sector.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) tendrán el desarrollo que los trabajadores que los integren quieran darles en función de sus necesidades organizativas y políticas.
Deberá combatirse dentro de los CUO cualquier intento por instrumentalizarlos con fines ajenos a su propia realidad, por atentar contra la consolidación y desarrollo de los mismos.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) no se presentan a elecciones sindicales, pero sí propugnan que sus miembros sean delegados sindicales y de personal y que participen activamente en los comités de empresa; no tienen escuela sindical, pero sí proporcionan formación sindical; no tienen asesoríajurídica, pero sí orientan jurídicamente a sus adscritos.
Y, por decirlo nuevamente, no son un sindicato. Pero sí desarrollan acción sindical activa, pública y propia.
3.- Definición de los COMITÉS para la UNIDAD OBRERA (CUO).
Varias son las características que definen a los CUO, que constituyen su razón de ser y sus señas de identidad:
a): Reivindicativo y de clase: Defiende las reivindicaciones inmediatas de la clase trabajadora y en su seno pueden participar todos los trabajadores y las trabajadoras manuales e intelectuales sin discriminación alguna, tengan afiliación sindical o no. Se orienta hacia la superación de la sociedad capitalista
y la construcción del Socialismo.
b): Militante: Su razón de ser se encuentra en la conquista y defensa de los derechos e intereses de la clase trabajadora. Todos los servicios que pueda ofertar dependen de la acción sindical y rechaza cualquier servicio que se base en obtención de prebendas de cualquier tipo.
c): Independiente: Sólo obedece a los intereses, necesidades y aspiraciones de la mayoría trabajadora.
d): Feminista: Defiende la igualdad real entre trabajadores y trabajadoras y combate toda forma en la que pueda manifestarse una discriminación contra la mujer trabajadora por razón de su sexo.
e): Asambleario: Su soberanía reside en la asamblea del conjunto de trabajadores.
f): Unitario, plural y de masas: Es diverso como la clase trabajadora pero coincidente en intereses objetivos y aspira a aglutinarla en su conjunto.
g): Democrático y participativo: En el compromiso de los trabajadores en la defensa de sus derechos se expresa el más alto nivel de democracia.
h): Sociopolítico: Además de la mejora de las condiciones de trabajo y de vida, asume la defensa de todo aquello que afecta a la clase trabajadora como tal, en la perspectiva de eliminar todo tipo de opresión.
i): Internacionalista: Porque la lucha de los trabajadores no tiene fronteras y los avances y retrocesos en las posiciones de los mismos lo son de todos por igual. Recoge como principio el internacionalismo proletario y establece como compromiso de vinculación y difusión los planteamientos de la Federación Sindical Mundial (FSM) como organización internacional que mejor representa al sindicalismo de clase.
Vincularse a los Comités para la Unidad Obrera (CUO) significa dar un paso en la necesaria recuperación de las posiciones del sindicalismo de clase dentro del Estado; significa asumir un compromiso insobornable en la defensa de los derechos de la clase trabajadora como tal; significa alejarse de posiciones corporativistas de complicidad para con los intereses de unas siglas sindicales por encima de los del conjunto de los trabajadores, sin ningún tipo de discriminación; significa asumir la necesidad de la movilización sostenida de la clase trabajadora y organizarla cotidianamente; y significa reconocer que el
capitalismo supone hoy el ejercicio de un robo manifiesto por parte de una minoría explotadora a la mayoría obrera y popular, y que por tanto debe ser erradicado.
PLATAFORMA REIVINDICATIVA
I.- CONDICIONES Y DERECHOS LABORALES Y DE SEGURIDAD SOCIAL.
• Por la recuperación del poder adquisitivo de los salarios y las pensiones: Revisión salarial mediante un coeficiente que pondere la evolución de la cesta de la compra y el consumo básico de los sectores populares, estableciendo un incremento anual mínimo de dos puntos sobre el Índice de Precios al Consumo publicado anualmente por el Instituto Nacional de Estadística.
A igual trabajo, igual salario. No a la discriminación salarial de la mujer trabajadora, de las y los trabajadores inmigrantes o de la juventud obrare.
Incremento del Salario Mínimo Interprofesional a 1.200 € mensuales.
Incremento de las pensiones mínimas a 1.200 € mensuales.
Prestación indefinida mínima por desempleo de 700 € mensuales hasta la reincorporación efectiva a un puesto de trabajo.
Prohibición legal de los cortes de suministros, embargos y desahucios para las familias trabajadoras en situación de desempleo. Responsabilidad directa del Estado en caso de impagos derivados de situaciones de desempleo sin derecho a repetir las cuantías adeudadas contra el trabajador o trabajadora.
Gratuidad de los servicios públicos para la población obrera, en actio, desempleada o jubilada, cuyos ingresos mensuales no superen el doble del Salario Mínimo Interprofesional.
• Por la mejora de las condiciones y derechos laborales: Promoción efectiva del trabajo fijo y eliminación de toda forma precaria de contratación.
Prohibición de toda forma de prestamismo laboral. No al tráfico de trabajadores, prohibición de las Empresas de Trabajo Temporal.
Reducción general de la jornada laboral a 35 horas en cómputo semanal, por ley y sin reducción salarial.
Reducción de la jornada laboral a 30 horas en cómputo semanal, por ley y sin reducción salarial, en los sectores productivos de riesgo para la salud laboral de la platilla y especialmente penosos.
Prohibición de las horas extraordinarias, salvo en casos de fuerza mayor así entendidos por la plantilla de la empresa.
Regulación de la quinta semana de vacaciones.
Reconocimiento inmediato de iguales derechos, laborales, sociales, sindicales y políticos a la clase obrera inmigrante, independientemente de su situación legal.
Fomento real de la salud laboral. Control obrero de la prevención de riesgos laborales y de la actividad de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Participación obrera en la formación laboral de trabajadores y trabajadoras en activo y en situación de desempleo.
Prohibición de los despidos a trabajadores y trabajadoras en situación de Incapacidad Temporal. Supresión de las Mutuas Laborales pasando la gestión a manos del Estado con subrogación de la platilla de las citadas
empresas.
Reducción general de la edad legal de jubilación a los 60 años.
Reducción de la edad legal de jubilación a los 55 años en sectores productivos de riesgo para la salud de los trabajadores y trabajadoras o especialmente penosos.
No al Pacto de Toledo. Prestaciones de seguridad social, comenzando por las pensiones, a cargo de los Presupuestos Generales del Estado.
II.- CONTROL POPULAR Y OBRERO, DEMOCRATIZACIÓN DE LA NEGOCIACIÓN
COLECTIVA.
• Contra la corrupción patronal:
Lucha contra el fraude fiscal.
Persecución económica y penal efectiva de las empresas con capital en paraísos fiscales.
Reforma Fiscal progresiva con endurecimiento de las sanciones a monopolios y empresas que recoja específicamente la posibilidad de su nacionalización.
Incremento de la imposición a las Sociedades de Inversión en Capital Variable (SICAV), bajo las que se esconden las grandes fortunas, a un 45 % -actualmente tributan al 1%-.
Persecución de toda forma de acoso laboral.
Persecución de toda fraude en la contratación y en la cotización patronal.
Persecución de toda vulneración del derecho obrero a la protección integral de la salud y a la prevención de riesgos laborales.
No a los Expedientes de Regulación de Empleo.
Ninguna subvención, bonificación o exención fiscal a los monopolios y grandes empresas.
• Por el control obrero:
Derecho de la plantilla, y de las organizaciones obreras, a una información puntual y veraz de la marcha económica de la empresa.
Control obrero del respeto en la empresa a los derechos laborales y sociales de los trabajadores y trabajadoras. A igual trabajo iguales derechos, ninguna obrera discriminada.
Control obrero del respeto al medioambiente en la producción. Democratización de la negociación colectiva regulando el debate en asambleas de centro de trabajo.
Establecimiento del referéndum obrero vinculante en la unidad productiva o sector afectado sobre los Convenios Colectivos.
Promoción de la organización sindical de la juventud obrera. Defensa de los derechos de la juventud frente a la desigualdad salarial y la precariedad.
Reforma Agraria y plan de soberanía alimentaria que ponga a disposición de los obreros y obreras agrícolas los grandes latifundios con el objetivo de su socialización bajo control obrero.
III.- MARCO LEGAL. NUEVO ESTATUTO OBRERO Y LUCHA CONTRA EL
DESPIDO LIBRE.
• Por un nuevo Estatuto Obrero:
No al pacto social. No a las contrarreformas laborales y de la Seguridad Social.
Causalidad en la contratación.
Cobertura Social universal y gratuita.
Fortalecimiento del Derecho a la Huelga como derecho fundamental, democrático y colectivo, que debe prevalecer sobre los derechos patronales e individuales.
Protección legal de la actividad de los piquetes informativos ante el terror y la represión patronal en las huelgas.
Ninguna agresión a la negociación colectiva.
• Lucha contra el despido libre y el fraude empresarial:
Ningún despido sin causa real probada. No al despido libre.
Elección por el trabajador o trabajadoras despedida entre readmisión e indemnización en caso de despido improcedente.
Incremento de las indemnizaciones por despido improcedente a 60 días de salario por año de antigüedad sin límite de mensualidades.
Indemnización mínima por despido improcedente de 6 mensualidades de salario, independientemente de la antigüedad en la empresa.
Rescisión indemnizada con las anteriores cuantías, a iniciativa obrera, desde el primer impago del salario.
Devengo efectivo de salarios de tramitación desde la fecha del despido hasta la reincorporación efectiva al puesto de trabajo o la extinción de la relación laboral.
Supresión de la responsabilidad limitada empresarial para deudas salariales y de indemnizaciones por despido. Los empresarios deben responder con su patrimonio personal de las deudas con los trabajadores y trabajadoras.
Efectiva asistencia jurídica gratuita a cargo del Estado para toda reclamación laboral.
Regulación del pago de las costas judiciales por toda empresa condenada ante una reclamación laboral en virtud del principio de vencimiento objetivo.
Incremento en un 50 % de las aportaciones patronales al Fondo de Garantía Salarial.
No a la subcontratación ni a la contratación fraudulenta de trabajadores autónomos con vinculación prolongada a la empresa. Reforma del Estatuto del Trabajador Autónomo con una ampliación real de derechos sociales y medidas efectivas que eviten el fraude.
Aplicación efectiva del tipo pena regulado como delitos contra los trabajadores. Regulación de la posibilidad de acusación para las organizaciones obreras de manera que ésta se haga efectiva.
Derecho a la sindicación en organizaciones clasistas y a la huelga en las Fuerzas Armadas y cuerpos policiales.
IV.- LA CLASE OBRERA MUNDIAL. INTERNACIONALISMO PROLETARIO.
Defensa de los derechos e intereses de la case obrera mundial desde la concepción internacionalista proletaria de la lucha obrera.
Apoyo a las luchas clasistas de la Federación Sindical Mundial. Defensa de la integración de las estructuras sindicales existentes en España en la FSM.
Solidaridad con los trabajadores y trabajadoras perseguidos en cualquier parte del mundo por su actividad política y/o sindical, especialmente cuando se vean implicadas empresas españolas o con presencia en España como expresión genuina de nuestro internacionalismo proletario.
Lucha por que en todo país en que una empresa tenga su sede social o centro de trabajo se declare la competencia judicial para enjuiciar a empresas que hayan cometido delitos contra los trabajadores y
trabajadoras en cualquier parte del mundo.
Lucha contra la Unión Europea. Salida de España de esa alianza imperialista.
No a las Directivas de la Unión Europea.
Todos los derechos sociales, laborales, sindicales y políticos para todos los trabajadores y trabajadoras inmigrantes.
No a los Centros de Internamiento de trabajadores y trabajadoras inmigrantes.
Defensa de la Paz Mundial.
Por la disolución de la OTAN. Salida inmediata de España de la OTAN.
No a las bases militares imperialistas en España. No a los Pactos
Militares con EEUU.
Reducción progresiva del gasto militar.
POR LA RECUPERACIÓN DEL SINDICALISMO DE CLASE
POR LA UNIDAD OBRERA
POR LA SOCIEDAD SOCIALISTA
www.unidad-obrera.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario