(Un artículo de la socióloga, escritora y activista Jutta Ditfurth; traducido del alemán por el profesor Vicente Romano).-. miércoles, 22 DE FEBRERO DE 2012
Con Christian Wulf, la clase política se ha quitado de encima un molesto y corrupto trepa pequeñoburgués, mientras que los negociantes de los partidos pueden atender tranquilamente sus intereses.
A fin de encubrir esta embarazosa situación, se ha llamado a Joachim Gauck, el predicador de la embrutecida clase media. El que lo hayan elegido conjuntamente la CDU (Unión Cristiano Demócrata), el SPD (Partido Social Demócrata), el FDP (Partido Liberal Alemán) y Los Verdes revela que nos amenaza más destrucción del estado de bienestar, más guerras y menos democracia. Se coloca a uno como él para contarle bobadas a la gente.
El concepto neoliberal que tiene Gauck de la libertad como libertad del burgués excluye los derechos humanos. No entiende nada de la igualdad social como fundamento de la verdadera libertad. Está muy de acuerdo con la Agenda 2010 y sus brutales consecuencias. Sólo siente desprecio para los afectados y sus protestas. Encuentra ridícula la crítica al capitalismo. La decisión de limitar la vida de las centrales nucleares, un letargo.
Gauck se ha mantenido fiel a la guerra de Afganistán, pues este cristiano también es guerrero. En la cuestión de los desplazados, el futuro presidente federal es un compinche de Erika Steinbach y tiene problemas con la frontera occidental polaca. Lo que sostiene acerca de la democracia y del humanismo lo revela al defender la vigilancia constitucional del Partido de la Izquierda y considerar “valiente” al ideólogo del racismo de centro, Thilo Sarrazin. ¿Ha oído alguien una crítica aguda y convincente de los nazis por su parte? Puede comprender la xenofobia, pero no la estima “cuando el holocausto judío alemán se eleva a peculiaridad”.
Gauck es partidario de la ideología totalitarista, de la equiparación entre comunismo y fascismo. Con su presentación como candidato, CDU, SPD, Los Verdes y el FDP se confiesan partidarios de esta insoportable y reaccionaria visión del mundo. El candidato y los cuatro partidos que lo presentan son tal para cual.
P.S.: El cargo de Presidente Federal es superfluo, una reliquia feudal parea los alemanes amantes de la autoridad.
A fin de encubrir esta embarazosa situación, se ha llamado a Joachim Gauck, el predicador de la embrutecida clase media. El que lo hayan elegido conjuntamente la CDU (Unión Cristiano Demócrata), el SPD (Partido Social Demócrata), el FDP (Partido Liberal Alemán) y Los Verdes revela que nos amenaza más destrucción del estado de bienestar, más guerras y menos democracia. Se coloca a uno como él para contarle bobadas a la gente.
El concepto neoliberal que tiene Gauck de la libertad como libertad del burgués excluye los derechos humanos. No entiende nada de la igualdad social como fundamento de la verdadera libertad. Está muy de acuerdo con la Agenda 2010 y sus brutales consecuencias. Sólo siente desprecio para los afectados y sus protestas. Encuentra ridícula la crítica al capitalismo. La decisión de limitar la vida de las centrales nucleares, un letargo.
Gauck se ha mantenido fiel a la guerra de Afganistán, pues este cristiano también es guerrero. En la cuestión de los desplazados, el futuro presidente federal es un compinche de Erika Steinbach y tiene problemas con la frontera occidental polaca. Lo que sostiene acerca de la democracia y del humanismo lo revela al defender la vigilancia constitucional del Partido de la Izquierda y considerar “valiente” al ideólogo del racismo de centro, Thilo Sarrazin. ¿Ha oído alguien una crítica aguda y convincente de los nazis por su parte? Puede comprender la xenofobia, pero no la estima “cuando el holocausto judío alemán se eleva a peculiaridad”.
Gauck es partidario de la ideología totalitarista, de la equiparación entre comunismo y fascismo. Con su presentación como candidato, CDU, SPD, Los Verdes y el FDP se confiesan partidarios de esta insoportable y reaccionaria visión del mundo. El candidato y los cuatro partidos que lo presentan son tal para cual.
P.S.: El cargo de Presidente Federal es superfluo, una reliquia feudal parea los alemanes amantes de la autoridad.
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