Rajoy anunciará las líneas generales de un durísimo plan de ajuste que tendrá tres ejes: una reforma laboral que pretende cargarse la negociación colectiva y recortar los salarios, una masiva inyección de dinero público para los bancos y recortes sociales generalizados.
Rajoy anunciará las líneas generales de un durísimo plan de ajuste que tendrá tres ejes: uno, una reforma laboral que pretende cargarse la negociación colectiva y recortar los salarios; dos, una masiva inyección de dinero público para los causantes de la crisis, la banca, que pagaremos todos; tres, recortes generalizados en servicios públicos y sociales, aumento de impuestos indirectos y privatizaciones.
Kaos. Estado Español y Laboral/Economía
Hermetismo hasta el final. Hoy Mariano Rajoy subirá a la tribuna del Congreso para desbrozar su programa de Gobierno durante su discurso de investidura como sexto presidente de la democracia desde 1977 y desentrañar su carta de navegación para esta legislatura, de la que poco se sabe más allá de algunas vaguedades. Expondrá sus medidas para luchar contra el paro y la crisis de la deuda soberana y relatará, en fin, cuál es su propuesta para salir de la crisis. Pero poco más. Todavía pesa la duda de hasta dónde concretará, de si dejará ver toda la letra pequeña, la más importante. Aún se mantiene la incógnita de si perfilará la dimensión de los recortes para embridar el déficit.
En principio, cabe esperar que el presidente del PP dibuje las líneas básicas de acción de su Ejecutivo, sin llegar hasta la última línea de detalle y sin dar todas las cifras. Hasta ahora siempre se ha parapetado en que hasta que no tenga totalmente definido el cuadro macroeconómico, con la previsión de ingresos y gastos, será imposible conocer el tamaño necesario del ajuste. Y eso probablemente le lleve a no descubrir todas sus cartas hasta que no presente su proyecto de Ley de Presupuestos, ya a comienzos del próximo año.
La expectativa se centra en las medidas contra el paro
Se espera de Rajoy, pues, que actúe como los barones que llegaron al poder tras las elecciones del pasado 22 de mayo. Primero, una reducción del gasto más cosmética y centrada en la estructura, en el adelgazamiento de la Administración de hecho, hoy ofrecerá las primeras pinceladas cuando dé a conocer el organigrama de su Gobierno. Después, más adelante, un tijeretazo más acusado.
La guía principal será la rebaja del déficit, hasta el 4,4% del PIB para 2012 y el 3% ya en 2013. Cifras ya fijadas por el Gobierno saliente de José Luis Rodríguez Zapatero y que el líder del PP ha prometido cumplir dentro y fuera de España, ante sus socios europeos. "No vamos a renunciar de ninguna manera a nuestro compromiso de reducir el déficit ni a las reformas", sentenció el pasado 6 de diciembre, en su primera aparición pública en Madrid tras la aplastante victoria del 20-N. Ese mismo día ya recordó que la primera ley que salga de su Consejo de Ministros será la que desarrolle el nuevo artículo 135 de la Constitución, el que obliga a todas las administraciones a acatar la disciplina presupuestaria.
La duda del banco malo'
Rajoy ya ha avanzado que prepara iniciativas «no gratas»
Las reformas estructurales, encaminadas a la creación de empleo y a la liberación del crédito, centrarán igualmente el discurso de investidura. Rajoy ya ha adelantado que son impostergables la del mercado de trabajo y la del sistema financiero. El futuro presidente ya ha hecho movimientos desde las elecciones. Se reunió con los agentes sociales en Génova, la sede de su partido, y les emplazó a pactar un cambio "profundo" de las relaciones laborales antes de Reyes, porque si no hay acuerdo, el Ejecutivo aprobará en enero una ley que no tendrá dificultad en aprobar gracias a su mayoría absoluta.
La reforma laboral será más agresiva que la de Zapatero: reducción de los tipos de contrato, modificación radical de la negociación colectiva, cambios de las cotizaciones sociales... Queda la duda de si Rajoy sucumbirá a los deseos de la patronal, que pide despedir mucho más barato.
En la arena financiera, el PP ha marcado el objetivo completar la reestructuración del sistema bancario y culminar su saneamiento, pero no ha decidido el cómo. La fórmula en estudio sigue siendo el banco malo que absorba todos los activos contaminados.
Arenas dice que la confianza empezará a recuperarse ya en 2012
Rajoy ya ha avanzado que su Gobierno tomará medidas "no gratas" para los ciudadanos. El líder del PP también dijo antes del 20-N que, no obstante, no había "varitas mágicas". Lo reiteró ayer el presidente de los conservadores andaluces, Javier Arenas: los problemas de la economía no se resolverán "ni en uno ni en tres meses". "Se trata de que 2012 sea el año en que empecemos a recuperar la confianza y la esperanza en el futuro", afirmó en Camas (Sevilla).
Aunque el discurso de investidura tendrá su núcleo en torno a la economía, desde el PP se prevé que también aluda al papel de la educación y la cultura del "esfuerzo", y que bosqueje los ejes de su política exterior, volcada en la UE y en la recuperación del "peso y opinión" de España.
Apoyos de UPN y FAC
Rajoy inició el martes pasado la ronda de contactos con líderes políticos con Josep Antoni Duran i Lleida, marcando a CiU como socio preferente. Hoy en el debate pedirá la colaboración del resto de grupos parlamentarios para llevar a término las reformas que plantea para superar la crisis, informa Servimedia. Se dirigirá igualmente a los ciudadanos, a los que reclamará responsabilidad y sacrificio.
Pese a la llamada al consenso, y salvo imprevisto, no habrá más apoyos al nuevo presidente que los 185 votos de su grupo y los representantes de Unión del Pueblo Navarro y Foro Asturias. Los demás partidos, o no lo han aclarado, o se moverán entre el voto en contra o la abstención.
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