Lunes, 10 de Oct. del 2011
COMBATES ENTRE NARCOS DEJAN CASI 100 MUERTOS: El nuevo foco bélico en México ha prendido en Veracruz.
En menos de un mes este turístico Estado del Golfo ha pasado de la agradable cadencia caribeña a ser el campo de batalla por el control de la plaza.
En pocos días llegó un nuevo cartel a la ciudad, aparecieron 35 cuerpos tirados en una calle, un grupo paramilitar se presentó en YouTube, se encontraron 32 cadáveres más, dimitió el procurador del Estado, aparecieron 12 nuevo smuertos, el gobierno decidió enviar al ejército y, ayer, aparecieron 17 cadáveres más. En total, 96 muertos en un mes y la sensación de que la “guerra” se extiende y los cárteles se mueven a su antojo .
Nadie tiene muy claro donde ubicar el comienzo de esta macabra cronología en Veracruz, sede del puerto más importante del país en el Atlántico y a 400 kilómetros de la capital. Pero a mediados de septiembre una treintena de presos se fugaron de forma simultánea de tres cárceles de Veracruz. Dos días después, el 20 de septiembre, 32 cadáveres, desunidos y torturados aparecieron en una importante calle de la capital del Estado.
El procurador, Reynaldo Escobar Pérez, anunció que todos ellos habían sido identificados, que estaban fichados por la policía y que pertenecían al cártel de los Zetas.
Al día siguiente un grupo denominado “Matazetas” se atribuyó la masacre con un video colgado en Internet en el que se denominaba el “brazo armado” de un pueblo que, cansado de las violencia de los Zetas, habían llegado para acabar con ellos.
Poco después se supo que el grupo de muertos ni eran delincuentes ni tenían antecedentes policiales. Tampoco que los autores de los asesinatos fueran los ‘Mata-Zetas’ sino que eran en realidad miembros del cartel Nueva Generación, de Jalisco, matando sicarios de los Zetas, con quien se disputa el control territorial de Veracruz, tercer Estado más poblado de México y cuyo control es clave para el paso de droga y migrantes indocumentados hacia EE.UU. El cartel Nueva Generación es una derivación del cartel de Sinaloa.
Paralelamente, los muertos aparecidos en el asfalto. La respuesta del gobierno de Felipe Calderón fue tomar las riendas de la policía y mandar al ejército a Veracruz .
La bienvenida no tardó en llegar, en medio del despliegue de fuerzas militares y navales, la noche pasada aparecieron en dos zonas del puerto de Veracruz diez cuerpos más, torturados y desmembrados.
El dato fue gracias a la confesión de un grupo de 20 sicarios detenidos quienes se presentaron como parte de cártel de Jalisco Nueva Generación.
COMBATES ENTRE NARCOS DEJAN CASI 100 MUERTOS: El nuevo foco bélico en México ha prendido en Veracruz.
En menos de un mes este turístico Estado del Golfo ha pasado de la agradable cadencia caribeña a ser el campo de batalla por el control de la plaza.
En pocos días llegó un nuevo cartel a la ciudad, aparecieron 35 cuerpos tirados en una calle, un grupo paramilitar se presentó en YouTube, se encontraron 32 cadáveres más, dimitió el procurador del Estado, aparecieron 12 nuevo smuertos, el gobierno decidió enviar al ejército y, ayer, aparecieron 17 cadáveres más. En total, 96 muertos en un mes y la sensación de que la “guerra” se extiende y los cárteles se mueven a su antojo .
Nadie tiene muy claro donde ubicar el comienzo de esta macabra cronología en Veracruz, sede del puerto más importante del país en el Atlántico y a 400 kilómetros de la capital. Pero a mediados de septiembre una treintena de presos se fugaron de forma simultánea de tres cárceles de Veracruz. Dos días después, el 20 de septiembre, 32 cadáveres, desunidos y torturados aparecieron en una importante calle de la capital del Estado.
El procurador, Reynaldo Escobar Pérez, anunció que todos ellos habían sido identificados, que estaban fichados por la policía y que pertenecían al cártel de los Zetas.
Al día siguiente un grupo denominado “Matazetas” se atribuyó la masacre con un video colgado en Internet en el que se denominaba el “brazo armado” de un pueblo que, cansado de las violencia de los Zetas, habían llegado para acabar con ellos.
Poco después se supo que el grupo de muertos ni eran delincuentes ni tenían antecedentes policiales. Tampoco que los autores de los asesinatos fueran los ‘Mata-Zetas’ sino que eran en realidad miembros del cartel Nueva Generación, de Jalisco, matando sicarios de los Zetas, con quien se disputa el control territorial de Veracruz, tercer Estado más poblado de México y cuyo control es clave para el paso de droga y migrantes indocumentados hacia EE.UU. El cartel Nueva Generación es una derivación del cartel de Sinaloa.
Paralelamente, los muertos aparecidos en el asfalto. La respuesta del gobierno de Felipe Calderón fue tomar las riendas de la policía y mandar al ejército a Veracruz .
La bienvenida no tardó en llegar, en medio del despliegue de fuerzas militares y navales, la noche pasada aparecieron en dos zonas del puerto de Veracruz diez cuerpos más, torturados y desmembrados.
El dato fue gracias a la confesión de un grupo de 20 sicarios detenidos quienes se presentaron como parte de cártel de Jalisco Nueva Generación.
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