EE UU desplegará en Rota 1.100 militares y cuatro buques del escudo antimisiles
El anuncio coincide con la reunión de ministros de defensa de la OTAN en Bruselas
El componente naval del escudo antimisiles de la OTAN tendrá su principal base en España. Estados Unidos desplegará cuatro destructores, hasta 1.100 militares y 100 civiles en la base de Rota (Cádiz) como parte del nuevo sistema de defensa frente a los misiles balísticos de países como Irán o Corea del Norte.
El acuerdo, que se ha negociado en secreto en los últimos meses, ha
sido anunciado esta tarde en Bruselas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien tiene previsto comparecer en la sede de la OTAN junto al secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, y el secretario de Defensa de EE UU, Leon Panetta.
Aunque EE UU no ha detallado qué tipo de buques desplegará en Rota (Cádiz), sí ha anticipado que estos irán dotados con el sistema de combate Aegis.
La Navy cuenta con 18 buques de guerra equipados con la última versión
del Aegis, especialmente diseñada para la defensa contra misiles
balísiticos (BMD): se trata de 15 destructores Arleigh Burke y tres
cruceros Ticonderoga, ambos con unas 9.500 toneladas y unos 350
tripulantes.
Los cuatro buques adscritos al escudo antimisiles serán los primeros
de la Armada estadounidense que tengan su base permanente en España, ya
que los que habitualmente hacen escala en Rota y otros puertos están
basados en Italia. El Gobierno confía en que el aprovisionamiento y
mantenimiento de los buques genere unos 300 empleos directos y hasta
1.000 indirectos en la bahía de Cádiz. Aunque la Armada española cuenta
con cuatro fragatas F-100 dotadas también con el sistema de combate
Aegis no está previsto que, al menos por ahora, se integren en el
dispositivo aliado.
El Gobierno confía en que se generen unos 300 empleos directos y hasta 1.000 indirectos en la bahía de Cádiz
El acuerdo con EE UU supone un cambio sustancial del papel que
desempeña la base de Rota en la defensa aliada. Sin embargo, el Gobierno
considera que no es necesario modificar el convenio bilateral de
defensa, que data de 1988 y fue enmendado en 2002.
Las fuentes consultadas alegan que los efectivos militares
estadounidenses destinados en España suponen actualmente en torno al 30%
de lo previsto en el convenio —4.750 con carácter permanente y 2.285
temporales—, por lo que hay margen suficiente para un incremento
sustancial sin que se supere el tope máximo. Bastaría, por tanto, con un
acuerdo administrativo —similar al suscrito en enero pasado para
regular el reabastecimiento en vuelo de aviones estadounidenses— para
autorizar el despliegue del componente naval del escudo antimisiles.
Algunos expertos advierten, no obstante, de que el convenio no solo fija
los efectivos, sino que detalla también las unidades militares de EE UU
autorizadas con carácter permanente en España, por lo que este cambio
debería ser aprobado por el Parlamento, al tratarse de un tratado
internacional.
El Consejo de Ministros tiene previsto, sin embargo, aprobar en las
próximas semanas el despliegue en Rota del componente naval del escudo
antimisiles, al tiempo que autoriza el inicio de las negociaciones sobre
las condiciones de dicho despliegue. Esta aparente paradoja —aprobar
algo que aún está por negociar— responde a las exigencias del Pentágono,
que necesita la autorización previa de España para recabar al Congreso
los fondos que prevé invertir en Rota. En realidad, no se espera que el
componente naval del sistema antimisiles esté desplegado en España hasta
2013 y plenamente operativo en 2018.
Consciente de que la negociación la culminará el Ejecutivo salido de
las elecciones del 20 de noviembre, el Gobierno ha informado del acuerdo
con EE UU al PP, según fuentes de dicho partido, que no obstante no han
querido pronunciarse hasta que Zapatero haga público su contenido.
También ha sido informado, según fuentes diplomáticas, el presidente
andaluz José Antonio Griñán, cuya comunidad alberga la base de Rota.
Aunque las Cortes ya están disueltas, el portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares,
ha anunciado que pedirá la inmediata convocatoria de la Diputación
Permanente del Congreso para que el Gobierno informe del contenido de un
acuerdo que, a su juicio, vulnera el referéndum de la OTAN de 1986 y
supone una modificación encubierta del convenio con EE UU.
Zapatero, que no anunció hasta esta mañana su viaje por sorpresa a
Bruselas, ha aprovechado la reunión que hoy celebran en la sede de la
OTAN los ministros de Defensa, quienes debaten como cubrir las
capacidades acordadas en la Cumbre de Lisboa de noviembre pasado
en un contexto de drásticos recortes presupuestarios. Una de estas
capacidades es, precisamente, el sistema de defensa antimisiles, en el
que ya se ha comprometido a participar Polonia y Rumania (con la
instalación en su territorio de una base de misiles balísticos Standard
SM-3): y Turquía y República Checa (que albergarán radares AN TPY-2).
Además, Holanda ha ofrecido los radares instalados en sus propias
fragatas y Francia podría contribuir con sensores y satélites.
El proyecto tropieza con el recelo de Rusia, que no se acaba de creer que vaya dirigido contra Teherán o Pyongyang
y teme que la OTAN quiera socavar su capacidad de disuasión. El
ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, pidió el pasado día
27 ante la Asamblea General de la ONU “garantías legales sólidas” de
que el escudo antimisiles “no saboteará las bases de la estabilidad
estratégica”
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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