
Como en el siglo pasado.
Parece estar claro que todos los organismos internacionales, llámense como se llamen, tienen una alianza en contra de los ciudadanos. Sería tremendamente fácil caer en el error de decir contra los trabajadores, pero el caso es que aunque también estamos perjudicados por todas las “recetas” envenenadas que nos imponen, estas afecten a toda la sociedad.
Trabajadores, desempleados, jubilados, estudiantes, enfermos, ...todos están siendo perjudicados con unas medidas que les culpabilizan de algo que no han provocado.
Perdida de derechos laborales como indemnización por despido y las causas objetivas del mismo, salariales, eliminación de convenios colectivos (que no eran más que un acuerdo de mínimos ya que ellos siempre han estado por encima de él), endurecimiento de las condiciones de acceso a una jubilación y merma de la cuantía percibida, subida del IVA, subida de los suministros básicos, continuo entre dicho de la sanidad pública, de la educación pública,...
¿A caso no sería mejor tomar medidas para evitar el despilfarro, la malversación, la evasión fiscal, el fraude económico, ...?. Perseguir la economía sumergida, la estafa a la SS, la eliminación de subvenciones públicas, la externalización o subcontratación de servicios, ... son medidas que no tienen por que afectar a los ciudadanos, y si a las élites económicas-empresariales que son para quienes el gobierno realmente trabaja.
El gobierno, los gobiernos no están al servicio de los ciudadanos, ¿de que manera puede explicarse que permitan a un banco quitarle la casa a una familia (que no tienen ingresos ni salario)?, ¿de que manera se explica que ponga a la justicia y las fuerzas del “orden” a su servicio?, ¿de que manera se explica que la familia se quede en la calle y la casa vacía?,¿que intereses defiende y a quienes representan , estos gobiernos?
La declaración universal de derechos humanos de la ONU, 1948, recoge entre otras muchas cosas, incumplidas,( como en nuestra constitución de 1978), en su preámbulo;
“ a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”.
¿Que clase de situación es la que vivimos?. En un mundo donde la avaricia agota los recursos naturales, contamina y envenena el planeta, se esclaviza laboralmente a hombres y mujeres, niños y niñas por todo el mundo, se pone en peligro la salud de las personas ( y los trabajadores) y el medio ambiente, se potencia el máximo beneficio (para unos pocos) buscando el mínimo gasto, se moderniza la producción para eliminar puestos de trabajo, se trasladan las empresas con beneficios millonarios a países donde explotar su miseria,...¿y pretenden que eso sea culpa nuestra?
En un mundo, en un país donde los recursos públicos se dilapidan; subvenciones publicas a patronal y sindicatos, sanidad concertada, educación concertada, privilegios de la Iglesia,...¿a que finalidad se destinan y que beneficios obtienen los ciudadanos con ello?, llenarle los bolsillos a los que luego piden el despido libre, la revocación de los convenios...
Cotizar 37 años para cobrar (de media) 800 euros, en vez de 35 años y 1000 euros, además cuando conocemos casos en los cuales personas en edad y condiciones idóneas para trabajar se van a sus casas con el 100% y una indemnización millonaria.
¿Por que unos trabajadores si y otros no?, o todos o ninguno.
Cuando no se persigue la economía sumergida, los paraísos fiscales,... y se criminaliza a una familia sin ingresos, ¿para quien trabajan los poderes públicos?.
Tenemos muy definidas nuestras obligaciones tributarias, pagar, pagar y pagar, pero no como afrontarlo con garantías. No hablo de tener un barco o un avión, hablo de tener una vivienda,agua, luz, comida, ropa, ... lo que requiere una vida digna, digna que no de lujo.
Estamos desamparados, si comparamos el papel y las obligaciones de un padre o mejor aún; una madre, con las de un servidor público, veremos a unos hijos atendidos, amados educados, reprendidos si hiciera falta,...frente a unos hijos ignorados, mal atendidos, desaseados, infelices,... Algo falla, si quienes nos representan no se preocupan por nosotros.
El titulo de este articulo quiere hacer una mención expresa a las condiciones de las cuales venimos, el principio del siglo XX, cuando las condiciones salariales, laborales, sociales, ... hacían que la situación de millones de personas se rebelaran contra las injusticias y la tiranía. El fruto de esas luchas fue las condiciones que durante un tiempo hemos “disfrutado”, si bien es cierto que la falta de perseverancia en la lucha por mejorarlas nos ha hecho perderlas, y no quedará aquí.
Durante el trascurso de esta “crisis” hemos ido viendo como las “conquistas” no lo eran, el fruto del reformismo es efímero, y que lo que la lucha no defiende lo entregan los traidores, si los traidores, políticos y sindicales que en “nuestro nombre hablan” defendiendo los intereses de otros.
Hoy por hoy la única facción que defiende lo que pretende es la derecha, política y empresarial que no renuncia a nada, y de hecho ha contraatacado eficazmente, mientras que el supuesto partido obrero, que ni es obrero ni es socialista, ni tan siquiera socialdemócrata, junto con los agentes sociales, que tampoco son sindicatos, mucho menos de clase (para eso hay que confrontar al enemigo antagónico, no tomar café con el , entregando los derechos de la clase a cambio de subvenciones manchadas de traición y cobardía).
La sociedad perjudicada, la clase obrera oprimida, lejos de tomar conciencia y organizarse, al igual que nuestros antagónicos, para enfrentar estas medidas, defendiendo y luchando por sus intereses, se alía con la otra cara de la misma moneda, que no supondrá cambio alguno y que permitirá que el sistema institucional (“nuestros gobernantes”) esté al servicio del sistema económico; los que nos despiden, los que no nos contratan, quienes condicionan nuestra existencia con la complicidad de quienes deben defender nuestros intereses.
Esto no quedará así, a fuerza de golpes, como siempre, despertaran a la sociedad, y puesto que la avaricia no encuentra limites, nuestra desgracia no parará hasta que nosotros nos levantemos.
Antonio Pérez. Responsable de Movimiento Obrero y Sindical del Pcpe-Pcpa Jerez de la Frontera
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