XXXI Marcha a Rota

viernes, 27 de mayo de 2011

¡ES LA ECONOMÍA IDIOTAS¡ (O COMO MUERE UNA REVOLUCIÓN)


Los portavoces de Sol secuestran el espíritu del 15-M y optan por vaciarlo de contenido

Un articulo de Javier de Iriarte



Corría el año 92. George Bush se las prometía muy felices. Acababa de ganar la Guerra del Golfo y suponía, en consecuencia, que un segundo mandato estaba en el bolsillo. Pero la soñada reelección jamás llegó. Un muchachote de Arkansas llamado Bill Clinton le apeó de la presidencia con un lema que hizo historia: "Es la economía, idiota"; los americanos, en medio de la mayor recesión en una década, no estaban para desfiles patrióticos.

Pues bien. Ahora soy yo el que se permite recoger la famosa frasecita y restregársela por la cara a los portavoces de Sol, que, lamentablemente, parecen no tener ni la más remota idea de qué demonios tienen entre manos. A saber: ahora resulta que, tras casi dos largas semanas de protestas, lo más que ha sido capaz de parir la "sesuda intelectualidad" que coordina (o des-coordina) la acampada es un acuerdo de "reivindicaciones mínimas" (y tanto) que, ver para creer, no incluyen ni una sola propuesta de carácter económico: todo se reduce a un difuso llamamiento a una reforma de la ley electoral y a un genérico canto (de lo más flower power) a una mayor participación de la ciudadanía. Para ese viaje, señores míos, no necesitábamos alforjas.

Esta web ya ha sido testigo de mi creciente desconfianza ante este movimiento y de cómo mi inicial entusiasmo comenzaba a disolverse rápidamente ante su incapacidad para evolucionar hacia algo concreto: muy pronto fue evidente que el 15-M carecía de la solidez ideológica y estratégica necesaria para ser tomada en serio, y que las dichosas acampadas tenían mucho de manifestación de pueril rebeldía por parte de uno cuantos desocupados. Sin embargo, y a pesar de los pesares, todavía tenía la esperanza de que el tiempo colocase las cosas en su sitio. Al fin y al cabo, era evidente que el núcleo original, la gente de DRY, habían sido capaz de condensar en su web (http://www.democraciarealya.es/?page_id=234) un puñado de propuestas dignas de respeto y de evidente carga social e ideológica. Así qué todavía era posible (eso quería pensar) que algo bueno, hipismos aparte, saliera de Sol. Pues no: vamos para atrás, como los cangrejos.

No sólo no se ha conseguido dar forma concreta a los principios generales expuestos en el manifiesto de DRY, sino que se ha renunciado explícitamente a los más relevantes.

Y es que hace falta ser verdaderamente estúpido para pesar que es posible avanzar hacia una "democracia real" a base de pequeños retoques en la ley electoral y sin meter mano a los mercados financieros y al sistema bancario. Señores de Sol, para su información: no gobiernan los partidos: estos, fieles perros de su amo, se limitan a ejecutar órdenes exteriores. Son las corporaciones y los mercados los que nos gobiernan: son estos los que, distorsionando la democracia a través de los medios de masas y los lobbies de intereses, determinan completamente las decisiones de los gobiernos y secuestran la soberanía popular.

Creer que eliminar la ley D'Hont, por necesario y justo que sea, va a bastar para hacer de España una nación verdaderamente democrática es como pensar que se puede curar un cáncer con una aspirina. La verdadera democracia empieza por la democracia económica, que no es otra cosa que asumir que el beneficio particular, por respetable y digno de protección jurídica que sea, debe estar SIEMPRE supeditado al bien de la sociedad en su conjunto. Quien crea verdaderamente en la democracia, por tanto, debe tener bien claro que nada es tan urgente como revertir la rendición ante el mercado del Estado de Bienestar perpetrado por el lamentable gobierno de Zapatero y sus homólogos paniaguados europeos.

Señores de Sol, entérense: es necesario que el estado nacionalice los bancos que debieron ser rescatados para que ese enorme sacrificio de los españoles (50.000 millones) revierta en el bien de todos. Es necesario que la ley hipotecaria sea reformada en nombre de los millones de españoles que, doblemente víctimas de la estafa inmobiliaria, ahora se encuentran en la calle y obligados a pagar hasta el fin de sus días las hipotecas de una vivienda que, en realidad, no valían nada. Es necesario que se reforme el IRPF para que sean los que más tienen los que más paguen.

Es necesario prohibir la financiación privada de los partidos para impedir que la política degenere en puro clientelismo.

Es necesario, en definitiva, que el espíritu del 15-M vuelva al verdadero camino: el que marca manifiesto de Democracia Real YA. Si en Sol no pueden ver esto, mejor estarían en sus casas.

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