XXXI Marcha a Rota

martes, 24 de mayo de 2011

CELEBRAR LA GUERRA ES INMORAL - DIA DE LAS FURZAS ARMADAS, - 28 Y 29 DE MAYO - MALAGA


Conscientes de que la violencia estructural que se está ejerciendo desde los poderosos hacia los trabajadores, jóvenes, pensionistas, inmigrantes y sociedad en general, es en estos momentos extraordinariamente grave, queremos expresar, desde una posición espiritual comprometida con la Paz, la Libertad y los Derechos Humanos, nuestra opción por construir alternativas concretas junto a quienes exigen trabajo, vivienda, educación, salud, etc. Entendemos que ésta es una falsa "crisis" y que, más bien, se trata de un asalto organizado a los Derechos Humanos y al bien común. Pero no sólo el sistema económico ha entrado en barrena, también el sistema político, cómplice pasivo de esta situación, está en entredicho. Cinco millones de personas desempleadas, crisis ecológica y energética, rearme e intervencionismo militar, crecimiento del racismo y la xenofobia, recortes de los derechos sociales y las libertades, clima de desesperanza y desmoralización generalizada, etc., constituyen pruebas de que hemos de transitar a un nuevo orden social y que los fundamentos de la vida política, social y económica, tienen que decantarse urgentemente hacia los intereses públicos y no hacia los intereses de la banca internacional, las multinacionales y los poderes financieros.

Nos sumamos al movimiento ciudadano de “Democracia real ya”, a la vez que le animamos a avanzar hacia una mayor concreción de propuestas y hacia un enriquecimiento y mayor matización de sus posicionamientos políticos, y pedimos también un cambio de la política, cauces directos de participación ciudadana y mayor igualdad social. La sostenibilidad y el bienestar social, es decir, la satisfacción de los “derechos básicos” de las personas debe primar sobre los intereses monetarios. Efectivamente, “somos personas, no productos del mercado”, y por eso queremos promover, también desde este escrito, una revolución ética en nuestra sociedad.

De manera particular, nos preocupa, en este contexto, el crecimiento del militarismo en España. El gobierno de España, bajo la dirección de José Luis Rodríguez Zapatero, así como, en mayor o menor medida, otros gobiernos anteriores, ha tomado desde hace tiempo una deriva militarista sin freno ni reparo alguno. La participación española en la guerra de Afganistán, el sostenimiento de los descomunales gastos militares, la ampliación de la Base de Rota, la visita de navíos militares nucleares (quién sabe si con armas atómicas a bordo) a puertos españoles, la operación Atlanta sobre Somalia, el fuerte incremento de la exportación de armas, la participación en los bombardeos sobre Libia, la militarización del conflicto laboral de los controladores aéreos, etc., dejan claro que, para el gobierno, la vieja “ley de hierro” (el “orden” impuesto por la vía armada) es mucho más importante que trabajar por la Paz. Todo ello se agrava simbólicamente cuando se decide, de manera continuada y repetitiva, ensalzar el poder militar, las acciones de guerra, etc., bajo el camuflaje del discurso de los “ejércitos humanitarios”. Este es el caso del denominado Día de las Fuerzas Armadas, una celebración que este año tendrá lugar en Málaga los días 28 y 29 de mayo. Sin que, por todo ello, dejemos de respetar la legitimad, dentro de un pluralismo democrático, de los planteamientos de los que ven de otra manera el papel las Fuerzas Armadas.

Creemos que esta situación de violencia estructural en el orden social interno y de redoblada proyección de la fuerza armada en el orden internacional es de una flagrante inmoralidad, es decir, no es asumible moralmente por ninguna persona de bien. Entendemos que en estos momentos tan especiales la ciudadanía y las organizaciones sociales deben actuar con un alto sentido de la responsabilidad ética y espiritual, lo que quiere decir, para nosotros, con una renovada apuesta por los valores de Paz, de Justicia, de Solidaridad y de Libertad. La celebración de la violencia armada, sea de los estados o de quien sea, es contraria a los valores éticos y espirituales básicos de amor a la vida, respeto a la persona y fraternidad entre los pueblos.

Rechazamos de manera muy especial el discurso oficialista –que trata de justificar las guerras y los gastos militares ante la opinión pública– de que los ejércitos están ahí para “misiones humanitarias”… Este discurso, premeditadamente engañoso (como se ha demostrado en Haití, donde la ayuda internacional tras el terremoto de enero de 2010 ha sido muy escasa frente a la aparatosidad e inmediatez de la presencia militar de varios países de la OTAN), no logrará extorsionar las exigencias de Paz de la población española, la cual se ha expresado contundentemente y en repetidas ocasiones (como ante la guerra de Irak en 2003) contraria al belicismo.

Desde una posición ética y espiritual de profundo respeto a la vida humana, considerando el duro contexto social y económico en que vivimos, teniendo en cuenta el inmenso padecimiento de millones de seres humanos que carecen de los recursos más necesarios, y entendiendo que no es posible otro camino realista para salir de tanta violencia que la Noviolencia, hacemos un amplio llamamiento a la sociedad para que reactive enérgicamente la opción por el pacifismo, apueste radicalmente por la Educación para la Paz, exija medidas concretas de desarme y denuncie sin descanso cualquier discurso o actividad que pretenda convencernos de que los enfrentamientos armados son la única solución para alcanzar la Paz.

El fuego no se apaga con fuego. Fukushima nos ha recordado a todos y a todas la amenaza que supone el uso de la energía nuclear en el ámbito civil, pero jamás debemos olvidar que las explosiones atómicas de Nagasaki e Hiroshima representan un peligro mucho mayor. Los arsenales nucleares en el mundo siguen activos y las mutuas amenazas de las potencias también -por ejemplo: la anunciada instalación de un escudo antimisiles de EE.UU. en suelo europeo frente a las armas atómicas rusas-. La Paz exige nuestro compromiso más intenso. Toda Ética y toda Espiritualidad coherentes deben conducir al trabajo social por la Paz. Sin descanso. Por amor a la vida. Democracia real ya. Paz y Justicia real ya.

Comunicado del COMITÉ PERMANENTE DEL FORO SOCIAL ESPAÑOL DE ESPIRITUALIDADES Y ÉTICAS.-


OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA

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