TEGUCIGALPA/HONDURAS: Centrales obreras, maestros, estudiantes y el Frente de Resistencia Popular (FNRP) realizaron este martes pasado un nuevo paro cívico nacional en Honduras en rechazo al alto costo de la vida y a las medidas gubernamentales contra los gremios docentes. La actividad, que fue fuertemente reprimida, dejó heridos y detenidos.
El paro cívico también se opone a la decisión del Gobierno de suspender a 305 maestros que participaron en las manifestaciones de marzo y protesta por el aumento del costo de vida.En la capital hondureña, Tegucigalpa, la policía disparó gases lacrimógenos y balas en las inmediaciones de la Universidad Pedagógica Nacional e ingresó al recinto a perseguir a estudiantes, maestros y particulares.
Las oficinas del Registro Nacional de las Personas (RNP) en la capital fueron tomadas por sus empleados al declararse en asamblea informativa, mientras que maestros y padres de familia acordaron evitar el ingreso a los centros educativos de los 305 profesores sustitutos que reemplazarán a los suspendidos por el Gobierno.
n otras regiones del país, las manifestaciones fueron reprimidas con saldo de unas 30 personas detenidas.Por su parte, el secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras, José Luis Baquedano, denunció que la actual administración “ha sido incapaz de darle una respuesta favorable al pueblo ante el aumento del costo de la vida, lo cual agrava la situación económica de la mayoría de los hondureños”.
A las manifestaciones se sumaron decenas de taxistas agobiados por el alza en el precio de los combustibles.De acuerdo con un informe de la Secretaría de Trabajo, esta nación tiene la canasta básica alimenticia más cara de toda Centroamérica, con un precio de 332 dólares mensuales, y el 60 por ciento de la población está por debajo de la línea de pobreza.
Reportes de prensa indican que las manifestaciones se extendieron a varias ciudades del país como San Pedro Sula y Danlí, norte y este de Honduras, respectivamente. Allí los trabajadores públicos también paralizaron sus labores en protesta por la política económica del gobierno del presidente Porfirio Lobo. En todo el país se reportaron bloqueos de carreteras y varias instituciones públicas permanecieron cerradas luego de que los empleados sindicalizados decidieran responder el llamado al paro.
El pasado 4 de abril, los gremios magisteriales de 15 de los 18 departamentos de Honduras acordaron suspender temporalmente la huelga que duró 27 días contra una Ley, que denuncian, persigue la privatización de la educación. La masiva manifestación fue declarada ilegal por el Gobierno, que les amenazó con suspensiones y despidos.
Los maestros habían declarado huelga indefinida en rechazo a una Ley de descentralización educativa, que entonces aún estaba en consultas y fue aprobada por el Congreso Nacional.Exigían la solución de la crisis financiera de su fondo de pensiones, aunque rechazan una junta interventora que nombró el Gobierno, y el restablecimiento del alza automática de sus sueldos en el mismo porcentaje del aumento anual del salario mínimo.Demandaban que el Tribunal Superior de Cuentas suspendiera los reclamos administrativos contra centenares de docentes por haber recibido salarios y otros beneficios económicos por nombramientos ilegales.
El Gobierno declaró ilegal la huelga el 27 de marzo y advirtió que suspendería sin goce de sueldo a los docentes que no se reincorporaran a clases.Además, suspendió las licencias con goce de sueldo a todos los dirigentes magisteriales.Durante las protestas, que la Policía desalojó con bombas lacrimógenas y chorros de agua, se registró al menos una maestra muerta, decenas de manifestantes heridos y detenidos.
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