La defensa de los logros de la Revolución Cubana, bajo una actualización del modelo económico socialista en la isla caribeña, fue uno de los puntos principales abordados por el presidente Raúl Castro en el inicio del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC). Frente a mil delegados de todo el país, el mandatario leyó el informe central del encuentro, basado en las discusiones del Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social discutido desde diciembre de 2010 hasta febrero de 2010 por más de ocho millones de ciudadanos y ciudadanas.
El jefe de Estado expresó que los debates preliminares fueron “una suerte de referendo popular”, donde se esclarecieron dudas y se mostraron las discrepancias de los pobladores, bajo una unidad mayoritaria en torno al partido y la revolución. Como uno de los temas más sensibles en la isla caribeña se refirió a la libreta de abastecimiento, sistema implementado en la década del sesenta para asegurar la alimentación de la población a través de la venta de productos a precios subsidiados.
El Jefe de Estado explicó que este mecanismo no puede desaparecer de golpe y aseveró que “la Revolución no dejará a ningún cubano desamparado”. “La supresión de la libreta no constituye un fin en sí mismo, ni como algo aislado, sino una medida imprescindible” para erradicar las distorsiones en la economía cubana, aseveró. “A nadie en su sano juicio se le puede ocurrir decretar de golpe el fin de este sistema”, destacó el Presidente.
Agregó que una medida de este tipo tiene que estar acompañada por una correcta modificación del modelo económico. Castro también llamó a lograr “una mayor racionalidad que guarde correlación con la situación económica de la nación”, porque “ningún país ni persona puede gastar más de lo que tiene”.
Renovación y juventud.
En otro pasaje de su discurso, el presidente Castro abogó por garantizar el rejuvenecimiento sistemático de la dirección del PCC y del Gobierno, y manifestó la necesidad de contar con la reserva de sustitutos suficientemente preparados para asumir las mayores responsabilidades del país. El mandatario recalcó que dicho rejuvenecimiento debe incluir desde los cargos en la base hasta las principales responsabilidades, sin excluir el Primer Secretario del PCC que se designe en el VI Congreso y al Presidente del Consejo de Estado y de Ministros.
Castro recomendó limitar a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años el ejercicio de esos cargos, ya que la actualidad de la nación es diferente al inicio de la Revolución donde el proceso no se encontraba consolidado y estaba sometido a constantes amenazas y agresiones.
Contra las agresiones, la defensa.
El jefe de Estado además aseveró que Cuba continuará defendiéndose de las agresiones de Estados Unidos, y reiteró la disposición del gobierno revolucionario al diálogo bilateral basado en el respetuoso mutuo. Castro dejó en claro que cualquier conversación deberá tener en cuenta la no injerencia en los asuntos internos de cada país, pero reconoció que la Casa Blanca no detiene sus planes de destruir a la Revolución. Como ejemplo reveló que en la actualidad, Estados Unidos financia diferentes proyectos para subvertir el orden establecido en la isla, además de la implementación desde hace 50 años del bloqueo económico, comercial y financiero contra la nación caribeña.
El jefe de Estado sostuvo que las diferentes administraciones norteamericanas nunca dejaron de amparar o proteger a connotados terroristas, mientras prolonga el sufrimiento y la injusta prisión de los denominados Cinco Héroes Cubanos, que se encontraban en Estados Unidos monitoreando planes desestabilizadores. En el escenario actual la concepción estratégica de la "Guerra de todo el Pueblo" conserva total vigencia, por lo cual hay que enriquecerla y perfeccionarla de manera constante.
Trabajadores guiarán los cambios.
Con respecto a los cambios que serán introducidos en el país, Raúl Castro afirmó que los trabajadores y las trabajadoras serán los que definan el ritmo con que se llevarán adelante. Por esa razón, llamó a “cultivar y preservar la interrelación incesante con las masas, despojarla de todo formalismo”. A esto sumó un llamado a derrotar la burocracia y expresó que lo acordado en el VI Congreso debe ser una guía para la acción de los militantes y dirigentes del Partido Comunista. Sobre este tema, expresó que hay que “estar alertas, poner los pies y oídos sobre la tierra, y cuando surja un problema práctico los cuadros en distintos niveles actúen con prontitud” para derrotar métodos burocráticos. El evento finalizará el próximo 19 de abril y ya se convocó para finales de enero de 2012 a la Conferencia Nacional del PCC.
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