
No hay persona que no se pregunte cómo es posible que un personaje tan siniestro como el de la foto, siga siendo votado por los italianos. Un sacerdote ha dado en la clave: ha descrito a la oposición a Berlusconi.
El sacerdote Filippo di Giacomo piensa que la clave de esa distancia es el dinero. "Cuando Veltroni reapareció el otro día en el Lingotto, hoy centro de congresos y un día la primera fábrica de FIAT, en las primeras filas estaban sentados algunos de los personajes más ricos de Italia, todos ellos recién llegados de sus villas en el Caribe, Malindi (Kenia) o Thailandia. Esa es hoy la izquierda italiana, una especie de 'nouvelle cuisine', nada en el plato y todo en la cuenta. El más pobre tiene siete casas. Los mileuristas no fueron invitados al discurso, estaban en el guardarropa cuidando de los abrigos de piel. Y los obreros tampoco porque estaban renunciando a sus derechos adquiridos para poder seguir trabajando en la FIAT".
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