Has sido un gran compañero y amigo, un estimulo revolucionario, una fuerza inspiradora, una fuente de ilusión...
Tal fue mi sorpresa al encontrarte, en esta nueva etapa laboral, tus convicciones políticas e ideológicas, tu conciencia de clase, tus actitudes revolucionarias.
Han sido un estimulo en mi persona en ese ardor guerrero que todo revolucionari@ nunca debe apagar.
Que en los primeros compases de Comandante me dijeras el titulo de la canción no dejaba lugar.
Tus viajes y lo vivido han sido un refuerzo, al igual que para nuestro idolatrado Ernesto, en tus convicciones, y también para las mías.
Has sido luz entre tinieblas, camarada.
Ahora por la traición de un embaucador y embustero te ves en la calle. Tú que tanto esfuerzo y constancia has dado en tu trabajo, que tantos fuegos has apagado para beneficio del pirómano, ahora eres relegado.
Durante varios meses han estado engañándote, utilizándote, alentando falsas esperanzas, aun a sabiendas de que lo que hacían en tu nombre era buscarle un puesto a otr@.
Tu valía, tu esfuerzo y tu trabajo han sido utilizados para abrirles las puertas a otr@, un elegid@ de entre tod@s los que en breve van a perder sus sillones en la Junta.
La caída del Impero de Chaves, de Griñan, de Zapatero están convirtiendo estas horas y días en días de lobos, días en que los chanchullos y montajes adquieren la condición de decreto y en los que no existe más valía o merito que el servilismo a la causa e intereses en decadencia.
Te cambian por un títere, pero ellos se lo pierden, por lo menos de momento, pues mas pronto que tarde tendrán que llamar desesperados a tu puerta, esos fuegos les quitaran el sueño.
Camarada, aquí me tienes, ¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
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