XXXI Marcha a Rota

sábado, 8 de mayo de 2010

EL CAPITALISMO CONTRA EL PLANETA.




El desastre ecológico que está suponiendo la explosión de la plataforma petrolera estadounidense en el golfo de México cuyo chapatote está llegando ya a las costas de Lousiana y estados colindantes trae de nuevo a la memoria la destrución sistemática que este sistema económico depredador y deshumanizado llamado capitalismo lleva a cabo contra la naturaleza. La negación del Imperio dirigido por Obama de aceptar cualquier tipo de compromiso para frenar esta progresiva destrucción medio ambiental en la conferencia internacional que sobre este tema tuvo lugar en Diciembre pasado en Copenhagen puso de relieve el carácter genocida y esquizofrénico de los poderes económicos de nuestro planeta.
Si se mantienen los actuales patrones de producción, de consumo y de gastos militares, caracterizados por la agresión a la humanidad y a la naturaleza, es posible que las generaciones futuras vayan dejando de nacer o nazcan dentro de una naturaleza moribunda.
Los intereses del gran capital bloquean los acuerdos para eliminar las causas y resolver las consecuencias del cambio climático. Las guerras y el capital financiero siguen siendo una locomotora que arrastra la economía mundial.
Respetar la ecología planetaria supone un proceso de reconversión para producir y consumir de otra manera, restableciendo una visión del mundo donde la naturaleza es fuente de la vida, no una mercancia, y el ser humano deje de ser recurso humano e individuo determinado por el mercado. La defensa de las ganancias para incrementar sostenidamente la acumulación de capital se opone a dicho proceso.
La huella ecológico de los paises ricos supera en cinco veces la capacidad del planeta y excede por mucho las capacidades de recuperación. De no modificarse de una forma radical este proceso, para el 2030 se necesitarían dos planetas Tierra para seguir sobreviviendo. Las comunidades originarias tienen mucho que enseñarnos sobre el modo de relacionarse con la naturaleza; de producir, de consumir, sobre la organización social y las formas de propiedad. Por ello un gran movimiento pluricultural, pluninacional y multiétnico está creciendo. Las propuestas reciente que han tenido lugar en Cochabamba, que los paises del ALBA llevarán a la próxima cumbre medio ambiental a celebrar en México, son parte esencial del programa: respeto a los derechos de la Madre Tierra; un tribunal de justicia climática; diversas compensaciones que deben recibir los paises pobres por los efectos de una crisis de la cualo no son responsables; un referéndum mundial sobre el cambio climático que supere el etancamiento que está teniendo lugar en la ONU.
Sólo si los pueblos toman la iniciativa con decisión y corage se romperá el bloqueo a nivel intergubernamental para que se pueda salvar la venidera cumbre que en diciembre, como queda dicho, se celebrará en México, cuya perspectiva más negativa es terminar como en Copenhagen sin acuerdo alguno que regule el calentamiento y la destrución ecológica global. Tenemos que hacer de la ecología uno de los campos de lucha más esenciales.

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