Viernes 12 de Marzo de 2010 Los expertos explicaron que los movimientos son normales después de un terremoto como el del 27 de febrero. La de ayer fue la segunda gran réplica del sismo de 8.8 grados en la escala de Ritcher. El miedo todavía persiste entre la población.
ampliar | HACIA ARRIBA. Los residentes de Valparaíso corrieron despavoridos a instalarse en las zonas altas de la ciudad ante la posibilidad de un maremoto.
Se trata de la réplica más fuerte del terremoto de 8.8 grados que sacudió al vecino país el 27 de febrero.
Los sismos provocaron, además, una alerta de maremoto y llamados a la población a dirigirse a cerros cercanos en las zonas costeras, aunque en horas de la tarde la alerta fue levantada.
La de ayer fue la segunda gran réplica del terremoto que dejó un saldo de 500 muertos -además de gruesos daños materiales- y causó alarma entre los chilenos poco antes de la ceremonia de asunción del presidente electo, Sebastián Piñera, en la que participaron varios mandatarios.
El sismo, que se sintió con fuerza en la capital, Santiago, y en el puerto de Valparaíso, donde asumió Piñera, se registró cerca de las 11.39.
Reacción natural
Paulina González, experta en análisis sísmico de la Universidad de Santiago de Chile, afirmó que las réplicas de ayer están dentro de la misma "zona de falla", cuya extensión es de 500 km y que seguirá ajustándose en los próximos meses. En el mismo sentido, el director nacional del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, dijo que "después de un terremoto de 8.8 es natural que se den estas réplicas". "Estos terremotos van a seguir ocurriendo, quizá por unas cuantas semanas más, pero es difícil saber si habrá réplicas mayores", dijo el experto al diario chileno "La Tercera".
Otra vez en Concepción
Luego de un temblor ocurrido a las 14.45, los habitantes de Concepción corrieron hacia las zonas altas, atemorizados ante un posible tsunami.
Tras el temblor, los bomberos de esa ciudad alertaron a la población del peligro. En sólo algunos minutos las calles se llenaron de vehículos que iban hacia los sectores más elevados.
Al producirse el movimiento, que registró una maginitud de 5.9 grados en la escala de Ritcher, los militares y bomberos que trabajan para rescatar a las cinco personas que permanecerían atrapadas bajo el edificio de 14 pisos que colapsó tras el terremoto, inmediatamente comenzaron a evacuar la zona.
Sin embargo, autoridades descartaron posteriormente la posibilidad de un maremoto. "La magnitud no corresponde a la alerta de un tsunami", puntualizó un vocero de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) en Santiago.
Poco a poco, la información ratificada por la Marina y la Onemi fue transmitida para tranquilizar a las miles de personas que corrieron desesperadas.
El miedo todavía persiste en Chile tras el violento despertar del sábado 27 de febrero, aunque las autoridades consideran que ya están las condiciones para comenzar con la reconstrucción. (Télam-Reuter-Especial)
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