
Camino a mi casa después de trabajar enciendo la radio del coche pongo las noticias y oigo que el señor Rajoy propone un pacto anticorrupción. Y algo se me revuelve en las tripas, esto es bochornoso, que ahora se quiera proclamar como el abanderado de la lucha contra la corrupción, me parece que es cachondearse de los españoles, no porque quiera limpiar de una vez a su partido de las indeseables tramas de corruptelas y desligarse cuanto antes de ellas, sino porque mientras iban viendo la luz una tras otra, el iba negando los hechos, incluso afirmando con total rotundidad que contaban con toda su confianza algunos de los presuntos inculpados. Negaba lo evidente o no quería ver, eran otros los corruptos “que también”, pero lo que es de vergüenza es acabar diciendo cuando ya no se puede negar lo evidente, “sí pero tu más”.
Y ya lo tremendo es acabar la convención de Barcelona diciendo que: “el Partido Popular tiene un proyecto político ilusionante, mayoritario y regeneracionista, que exige que lo lidere un partido de ámbito nacional unido y limpio”. ¿Unido y limpio? Me pregunto ¿hacia donde mira, qué es lo que ve?
Esto me parece el colmo de los colmo, como si el mayor ciego vendiera gafas para los que ven.
La corrupción es un hecho que salpica a casi todos los partidos, pero es irónico que lo quiera ahora proponer el Partido Popular. ¿Lo propone convencido de su propuesta o porque ahora quiere dar la vuelta a la tortilla queriendo ser el ejemplo de lo que no fue?
Aunque la sensación es alarmante en estos últimos meses debido a los escándalos por las detenciones de cargos públicos y registros en ayuntamientos, etc... hay que decir que, la corrupción solo salpica al 1% de la clase política. Que en España hay más de 66.000 concejales y alcaldes, 17 asambleas legislativas autonómicas, otros tantos gobiernos autónomos, más los órganos centrales del Estado. Hay quien está interesado en volver a tiempos pasados y hacer creer que la política no sirve para nada, que todos son iguales, pero afortunadamente para los que creemos en la democracia y no en dictaduras, son más los honrados en política que los sinvergüenzas.
Solo espero que no solo ahora como dice Conde Pumpido, sino siempre: “las alarmas y resortes del Estado de Derecho funcionen correctamente como nunca antes lo habían hecho”.
Y ya lo tremendo es acabar la convención de Barcelona diciendo que: “el Partido Popular tiene un proyecto político ilusionante, mayoritario y regeneracionista, que exige que lo lidere un partido de ámbito nacional unido y limpio”. ¿Unido y limpio? Me pregunto ¿hacia donde mira, qué es lo que ve?
Esto me parece el colmo de los colmo, como si el mayor ciego vendiera gafas para los que ven.
La corrupción es un hecho que salpica a casi todos los partidos, pero es irónico que lo quiera ahora proponer el Partido Popular. ¿Lo propone convencido de su propuesta o porque ahora quiere dar la vuelta a la tortilla queriendo ser el ejemplo de lo que no fue?
Aunque la sensación es alarmante en estos últimos meses debido a los escándalos por las detenciones de cargos públicos y registros en ayuntamientos, etc... hay que decir que, la corrupción solo salpica al 1% de la clase política. Que en España hay más de 66.000 concejales y alcaldes, 17 asambleas legislativas autonómicas, otros tantos gobiernos autónomos, más los órganos centrales del Estado. Hay quien está interesado en volver a tiempos pasados y hacer creer que la política no sirve para nada, que todos son iguales, pero afortunadamente para los que creemos en la democracia y no en dictaduras, son más los honrados en política que los sinvergüenzas.
Solo espero que no solo ahora como dice Conde Pumpido, sino siempre: “las alarmas y resortes del Estado de Derecho funcionen correctamente como nunca antes lo habían hecho”.
Esta es la "grande, libre, indivisible", legado de nuestros ancentros, opositores y afines, reflejo de la incompetencia constitucional que se erige como Ley Máxima, de la cual manan las demás.
ResponderEliminarLey máxima en ignorancia y aplicación, porque aunque es bien cierto que se antoja icompleta, si al menos fuera de aplicación otro gallo cantaría.
Gracias a la memoria pez (como la de Dory de buscandoa a Nemo), este señor (muy a mi pesar) entrará en la Moncloa a empujones para desalojar a quien tampoco me representa, pero lo más triste de todo es que ese puesto se lo disputan ellos dos solos, no importa lo que pasó, lo que pasa, o lo que pasará que todo esto a los ciudadanos les parece dar igual.